Obesidad infantil, Argentina primero
La evolución de la sociedad actual
promueve hábitos no saludables lo cual incrementa el riesgo de padecer las
llamadas enfermedades crónicas no transmisibles. Sabemos que estas enfermedades
engloban a las enfermedades vasculares, el cáncer, la diabetes y las
enfermedades respiratorias crónicas. Dichas enfermedades tienen en común que se
desarrollan con la suma de hábitos no saludables.
Dichos malos hábitos generan condiciones para el
desarrollo de sobrepeso y obesidad y esas condiciones en muchos casos se dan
desde la primera infancia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a
la obesidad y el sobrepeso como la acumulación anormal o excesiva de grasa que
puede perjudicar la salud. Se utiliza el índice de masa corporal que relaciona
peso con talla de la persona y es el índice más conocido y universalmente
aceptado.
El mundo actual presenta rasgos nuevos para el ser humano, así las nuevas tecnologías, la urbanización desorganizada, los nuevos tipos de alimentos la falta de actividad física son elementos básicos que contribuyen decisivamente a que esta enfermedad se desarrolle.
La obesidad infantil constituye actualmente un tema
prioritario en la gestión de la salud pública a nivel mundial.A los efectos de uniformar criterios la OMS elaboró
patrones de crecimiento infantil presentados en abril del 2006, incluyen tablas
de indicadores de masa corporal para lactantes y niños hasta 5 años. Hay menos
acuerdo para tener parámetros de niños de 5 a 14 años dadas las diferencias
existentes en el mundo.
La OMS estimó en 2005 que en el mundo hay 1.600
millones de personas con sobrepeso y en 2015 serán 2.300 millones. Y que había
400 millones de obesos y que en 2015 serán 700 millones. Antes se pensaba que
este era un problema de los países de mayores ingresos, sin embargo hoy son
peores los índices en los países más pobres, sin dudas esto está relacionado
con la calidad de los alimentos más que con la cantidad.
Entre los tres principales grupos de nutrientes es sabido que las grasas y azucares (hidratos de Carbono) en exceso promueven más fácilmente el sobrepeso, diferente a las proteínas que son más nutritivas y más relacionadas con el crecimiento.
El desarrollo del sobrepeso por acumulación de
tejido graso está íntimamente ligado a dos elementos fundamentales: 1) dietas
actuales con alimentos hipercalóricos ricos en grasas y azúcares. 2)
disminución marcada de la actividad física, dado por la naturaleza más
sedentaria de la vida actual, nuevos medios de transporte, y en los niños en
especial una mayor cantidad de horas pasadas frente a una pantalla ya sea de TV
o computadora y menores estímulos dirigidos hacia la realización de actividad
física.
En el caso de la obesidad infantil esta se asocia a
una mayor probabilidad de muerte prematura y de discapacidad en la edad
adulta.
Los países de bajos ingresos enfrentan la doble
carga de enfermedad, las producidas por desnutrición y enfermedades infecciosas
y por otro lado un gran crecimiento de los factores de riesgo que favorecen el
desarrollo de las enfermedades crónicas, como la obesidad.
La obesidad y el sobrepeso infantil constituyen un
problema serio de la salud pública y los gobiernos, y diferentes entidades
afines deben realizar planes estratégicos de contención de estas enfermedades,
sin dudas que en estos casos las responsabilidades son compartidas por todos.
De continuar las tendencias actuales los presupuestos de los gobiernos para
salud no van a alcanzar para solventar los gastos que estas enfermedades
generarán. Ya sea por la misma obesidad o esta como coadyuvante de otras
enfermedades graves como por ejemplo la diabetes que por sí misma constituye un
problema sanitario importantísimo.
En Argentina una reciente encuesta del CESNI
(Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil) realizada en 13 provincias, y que
incluyó a 120.000 niños, arrojó el increíble dato que alrededor de un 30% de
los chicos en edad preescolar y escolar están excedidos de peso. Y entre 10 y
18 % padecen de obesidad establecida. Esta cifra coloca a Argentina como el
primer país de Latinoamérica por encima de México y Brasil. Es de destacar que
en algunos países como México el problema de la obesidad infantil ha superado
al de la desnutrición.
Es
sabido que los principales enemigos son los locales de comida rápida y las
golosinas en general. Muchos especialistas advierten sobre los componentes
adictivos de estos alimentos, principalmente en las golosinas. Y no dejemos de
citar a las gaseosas azucaradas tan comunes en las dietas de los chicos.
Es imprescindible que la estrategia incluya a la
educación escolar en estos temas. Los niños entienden y aprenden más rápido los
esquemas de alimentación saludable, además ha demostrado ser de extrema
utilidad la instauración de kioscos saludables en las escuelas.
En lo que hace al área de salud siempre es
conveniente que el abordaje de los niños con sobrepeso u obesidad sea
multidisciplinario entre el pediatra, nutricionista y sicólogo. Es primordial
que la atención en los centros de salud se enfoque hacia el tratamiento de
estas patologías enfatizándose el rol que debe jugar la atención primaria.
Además nunca en el enfoque hay que descuidar la familia ya que el ámbito en que
se desarrolla el niño es clave para cambiar costumbres. Toda la familia debe
adherir a los cambios de hábitos.
La obesidad infantil trasciende la esfera de
impacto a los ámbitos biológicos, sociales, culturales, económicos y políticos.
La vía final común de esto es incentivar y que se trabaje desde el Estado en lo
que es promoción de la salud, fundamentalmente estimulando el desarrollo de
hábitos más saludables. Entre
los numerosos temas que debe abordar nuestro país, y en lo que a salud
respecta, debemos tomar conciencia de que la epidemia de las enfermedades
crónicas no transmisibles se puede combatir desde la infancia generando los
conocimientos y los ámbitos saludables que nuestros pequeños ciudadanos
merecen. Sin dudas las generaciones futuras agradecerán las estrategias y
medidas que se adopten en el presente.
Autor: Eduardo Tassano Master en Gerenciamiento en Sistemas y Servicios de
Salud
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