OPINIONES – Dr. Eduardo Tassano

jueves, 2 de mayo de 2013

Ambientes libres de humo







El humo de segunda mano es una fuente principal de contaminación del aire en espacios cerrados de trabajo y demás espacios cerrados, como bares, restaurantes y aeropuertos. La exposición al humo de segunda mano provoca cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares (como bronquitis), enfermedades cardíacas, nacimientos con bajo peso y otras afecciones graves. Las leyes libres de humo mejoran la salud pública al reducir la exposición del público al humo de segunda mano y al ayudar a los fumadores a reducir el consumo de cigarrillos y abandonar el hábito.

Las leyes libres de humo reducen las oportunidades de fumar y convierten el uso del tabaco en un hábito menos aceptable socialmente. Además de proteger a las personas que no fuman, las leyes libres de humo reducen la prevalencia del hábito de fumar y el consumo de tabaco en fumadores.
El tabaquismo es una enfermedad crónica, adictiva, con tendencia a las recaídas. No hay dudas de su asociación con enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, canceres, trastornos al feto en el embarazo entre otras.


La Organización Mundialde la Salud (OMS) estima que para el año 2020, habrá diez millones de defunciones anuales por dicha causa. Es decir que en el siglo se producirán mil millones de muertes, lo cual constituye una hecatombe inadmisible para el entendimiento humano, ya que se conocen plenamente los vectores de la epidemia y se cuenta con medidas eficaces de control.
Actualmente se dispone de medidas de salud pública y de tratamientos eficaces que salvarían innumerables vidas; pero la realidad muestra que en los servicios de salud no se hace uso eficiente de ellos. El número de muertos y enfermos a causa del tabaco muestra que es necesario y clave para la salud mundial que miles de fumadores abandonen el tabaquismo.


Los esfuerzos dirigidos al control del tabaquismo son insuficientes si no se logran servicios de salud que, siendo libres de humo de tabaco, brinden servicios de cesación accesibles para todos los fumadores, cualquiera que sea su condición social y económica. Aunque en la actualidad la mayoría de los fumadores que abandonan el tabaquismo lo hacen sin ayuda formal, es necesario aumentar el porcentaje de abandonos a través de una mayor oferta de los tratamientos existentes y del mejoramiento de los diferentes programas de consejería, ayuda mutua u otros métodos disponibles.
La comunidad médica debe comprender que garantizar a la población un aire libre de tóxicos y carcinógenos es un derecho humano básico esencial. El tabaquismo pasivo es uno de los grandes problemas actuales de salud pública, el cual debe ser abordado como tal y no como un problema de molestias e incomodidades personales, que pueda solucionarse exclusivamente bajo reglas de cortesía y buenos modales.



Al humo de tabaco en el ambiente también se le conoce como humo de segunda mano, humo de los otros y otras denominaciones. Es la mezcla del humo principal exhalado por el fumador (15%) y del humo lateral (85%). El humo lateral tiene propiedades diferentes al humo inhalado por el fumador porque entre las pitadas se produce una combustión incompleta del tabaco, que lleva a mayores concentraciones de varias de las sustancias tóxicas y carcinógenas. Esta mezcla permanece en el aire y es inhalada por fumadores y no fumadores. El humo de segunda mano está clasificado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos como un carcinógeno humano para el cual no existe nivel seguro de exposición.  


Los niños son especialmente vulnerables a dicho humo por su menor volumen corporal y su mayor frecuencia respiratoria, lo cual determina una mayor absorción de químicos por kilo de peso ante la misma exposición que un adulto. La mujer embarazada que fuma o que respira el humo de los demás expone a su hijo a los tóxicos del tabaco.


Se ha demostrado científicamente que la ventilación del lugar no previene los daños producidos por la exposición al humo de segunda mano, pues si bien puede quitar la percepción del humo, no elimina los tóxicos. Para que la ventilación fuera efectiva se requerirían corrientes de aire similares a un huracán dentro de la habitación.


Por otra parte la separación en un mismo ambiente de fumadores y no fumadores, tampoco es una solución eficaz tal como lo demuestran los estudios de monitorización de nicotina ambiental que evidencian la presencia de los compuestos del humo en sectores de no fumadores.
La única solución efectiva para evitar los perjuicios del humo de segunda mano es lograr que los ambientes cerrados sean 100% libres de humo de tabaco.


Se debe señalar la importancia del tabaquismo pasivo en los lugares de trabajo. En algunos espacios laborales la magnitud de la exposición es tal que los trabajadores expuestos al humo del ambiente inhalan cantidades de tóxicos equivalentes a las de un gran fumador. Esto bien puede ser considerado un riesgo ocupacional; situación que se daría en bares, discotecas y restaurantes entre otros.
La única forma de proteger la salud de la población de la exposición al humo de tabaco, es promover la generalización de edificios libre de dicho humo, en donde no se fume en ningún lugar en su interior, lo que beneficia a fumadores y no fumadores. La instalación de áreas para fumadores puede ser una medida transitoria, para que quienes trabajan en el edificio se adapten a la nueva reglamentación.
Si bien hay medidas y leyes que las expondremos en otra ocasión las medidas mas usuales que hoy  ha tomado el Gobierno nacional son: Asesoramiento a provincias y municipios para la implementación de legislación de Ambientes Libres de Humo, promoción de Hospitales y Centros de Salud Libres de Humo, Organismos Públicos Libres de Humo, Universidades y escuelas libres de humo, Empresas libres de humo, Bares y Restaurantes Libres de Humo. Constituye una medida importante la  creación del Registro Nacional de Empresas e Instituciones Libres de Humo de Tabaco. El mismo recoge solicitudes de instituciones de todo el país. Se certifican solamente aquellas que son 100% libres de humo. La certificación dura un año. En los primeros 6 años de su creación el registro ya contaba con más de 2.000 instituciones. Es importante también realizar Campañas de promoción de hogares y automóviles 100% libres de humo entre otras.


A pesar de  los avances  resta un largo camino de trabajo y concientización. Tenemos que seguir bregando por una salud de mayor calidad, tratando de impedir estas epidemias que son silenciosas pero impactantes en números y económicamente para los países.


Autor: Eduardo Tassano Master en Gerenciamiento en servicios y sistemas de salud