OPINIONES – Dr. Eduardo Tassano

sábado, 4 de octubre de 2014

Muerte súbita en el deporte.





Se trata de la defunción imprevista durante un evento deportivo pese a los controles sanitarios previos, que resultaron negativos. El 90 % de estas muertes son causadas por problemas cardiacos, y de estos, el 90 % por una  arritmia grave llamada fibrilación ventricular.

Cada tanto en noticia el fallecimiento de algún deportista famoso o de alto rendimiento. Ello reaviva las dudas de los mecanismos de la muerte súbita en los deportistas.

El deporte de alto rendimiento y de proyección internacional es “aquel que implica una practica sistemática y de alta exigencia en la respectiva especialidad deportiva”. Luego hay deportistas de diferentes niveles de dedicación.

Se denomina muerte súbita en el deporte a la defunción imprevista durante el evento deportivo pese a los controles sanitarios previos, que resultaron negativos.

La muerte súbita es un deceso inesperado que ocurre sin síntomas previos o con síntomas que comienzan poco antes de la muerte. EL 90 % de estas muertes son causadas por problemas cardiacos, y de estos, el 90 % por una arritmia muy grave llamada fibrilación ventricular. Como consecuencia de esta arritmia de corazón se detiene y deja de circular sangre.

La actividad física se considera un fiel reflejo del estado de salud y de la calidad de vida de una sociedad, por lo que a la opinión publica le cuesta comprender como un joven aparentemente sano puede morir  mientras muestra una gran vitalidad en su práctica deportiva habitual.

Los casos de muerte súbita ocupan los titulares de la prensa deportiva especialmente cuando ocurren en deportistas bien entrenados y con un excelente rendimiento deportivo que, desgraciadamente, desconocían que eran portadores de manera silenciosa de enfermedades cardiovasculares potencialmente letales, a pesar de haber sido sometidos a distintos controles médicos durante su vida deportiva.

Existen datos que indican que el deporte incrementa sensiblemente el riesgo de sufrir una muerte súbita durante la realización de una actividad deportiva intensa.  La distribución estacional y su mayor frecuencia en determinadas horas del día apoyan este hecho.
En los deportistas de competición, entendiendo por tales aquellos que participan en un deporte organizado, las muertes ocurren con mayor frecuencia durante el otoño y la primavera, estaciones en las que se celebran mayor numero de competiciones, y en la primera hora de la tarde, conociendo con las horas que se desarrollan mayoritariamente los espectáculos deportivos, mientras que los deportistas de tipo recreacional las muertes ocurren en las primeras horas de la mañana y en las ultimas de la tarde, coincidiendo con los momentos del día en que mas se realizan  estas actividades.

Además, las personas que practican actividad deportiva intensa presentan una incidencia mayor de muerte súbita que los no deportistas, 1,6 muertes por 100.000 frente a 0,75 por 10.000.

La patología cardiovascular, al igual que en la población que no practica deporte, es la causa más frecuente de muerte súbita. Entre el 74% y en 94%  de las muertes no traumáticas ocurridas durante la practica deportiva se deben a causas cardiovasculares.

La identificación de los sujetos con riesgo permitirá apartarlos de la práctica deportiva con el fin de reducir tal riesgo y posiblemente prevenir una muerte súbita.  No obstante, la muerte súbita es por desgracia un fenómeno constatado y en estrecha relación cronológica con la actividad deportiva. La mayoría  de los eventos ocurren durante o inmediatamente después del entrenamiento o la competición.

Cuando sucede una muerte súbita es fundamental contar inmediatamente con un sistema de respuesta en emergencias conformado por personal entrenado en reanimación cardiopulmonar  (RCP) y por un cardiodesfribilador. Este último es un aparato portátil con la capacidad de detectar la fibrilación ventricular y administrar un choque eléctrico que  es, en definitiva, la única forma de cortar esa arritmia y hacer que el corazón vuelva a latir normalmente.

Por la tanto, aunque el abordaje cultural y legislativo es muy diferente en cada país, las instituciones competentes deberían establecer la normativa necesaria para llevar a cabo una resucitación cardiopulmonar rápida y eficaz. Esto supondría la difusión entre la población deportiva de la maniobras de resucitación cardiopulmonar básica y la instalación de desfibriladores semiautomáticos en todos los lugares donde se concentran las actividades deportivas (polideportivos, gimnasios, campus universitarios etc.)

Es lícito destacar que la combinación de reanimación cardiopulmonar (masaje cardiaco) y cardiodesfibrilación tiene alta efectividad  cuando es aplicada en los primeros minutos. Cada minuto que pasa en una victima de muerte súbita sin asistencia adecuada significa la perdida de un 10% de posibilidad de sobrevivir. Por esta razón, resulta indispensable que los eventos deportivos exista al menos un cardiodesfibrilador y un personal entrenado en reanimación cardiopulmonar y desfibrilación.

Pero no solo en la práctica deportiva puede suceder una muerte súbita sino también entre el público espectador. Por eso, es tan importante aprender a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), y a utilizar un desfibrilador. No es necesario ser un profesional de la salud para esto.  Se calcula que si la población estaría entrenada en RCP, se podría salvar a más de la mitad de las 40.000 victimas de muerte súbita que se estima se producen al año en la argentina. 

¿Cómo prevenir la muerte súbita en deportistas?

Es muy importante la realización de estudios cardiológicos precompetitivos y periódicos para detectar afecciones potencialmente mortales que impidan la realización de prácticas deportivas de alto rendimiento. Sin embargo es preciso considerar que, a pesar de un estudio correcto, no todos los casos de muerte súbita pueden ser previstos y evitados.
Este estudio previo y profiláctico que se suelen hacer es muy diferente en deportistas de base y en deportistas de elite.
Las federaciones deportivas deberían exigir cada año al menos, interrogatorio completo con antecedentes personales y familiares, EGG, de 12 derivaciones y ecocardiograma.
Seria aconsejable, aunque seguramente utópico un Holter, ergometria y TAC cerebral.

 Conclusión.

Se podrán prevenir mayor cantidad de casos que tanto impactan en la opinión pública al producirse teniendo en cuenta lo siguiente:
Aunque la actividad física es beneficiosa para la salud, supone un aumento del riesgo de muerte súbita, aclarando que nos referimos a la actividad intensa y no a la actividad moderada que es la que recomendamos a la población, como beneficiosa para la actividad física.
De todas maneras la saludable decisión de realizar actividad física debe ir acompañada de un buen examen medico con estudios si es necesario y en los deportistas de alto rendimiento son necesarios mayores estudios.
En eventos deportivos, es fundamental contar con un sistema de emergencias conformado por personal entrenado en reanimación cardiopulmonar (RCP) y por un cardiodesfibrilador.

   
Dr. Eduardo Tassano
Máster en gerenciamiento en
servicios y sistemas de salud
Especial para época