La otra epidemia: los accidentes de tránsito
En el 2008 la OMS publicó el informe de situación mundial de la
seguridad vial donde se señala que cada año mueren 1.2 millones de personas en
el mundo, y otros 50 millones sufren traumatismos de diversa índole a consecuencia de los accidentes de tránsito. El
trabajo se realizó en base a una encuesta que tuvo lugar en 178 países con la
intención de echar un poco de luz en ese tema.
El reporte de referencia
“Informe sobre la situación mundial sobre la seguridad vial”. (OMS, 2008) fue
el primer estudio de amplio alcance en esta esfera. El trabajo demuestra que
esta epidemia sigue en aumento en buena parte del planeta.
La problemática es sin lugar a dudas tema principal en la agenda de
muchos países y el abordaje tiene diferentes vertientes.
En ese sentido identificamos
claramente dos aspectos:
1) las estadísticas
y cifras son poco serias y cuestionables, en muchos países. Los datos que se
disponen son parcializados y muchas veces tendenciosos, siendo este el elemento
vital para tomar decisiones.
Además, a nivel
sanitario no hay una nomenclatura única y homogénea para identificar y
registrar los accidentes y tipos de lesiones, por lo que esto genera y estimula
el subregistro, dificultando a su vez la compatibilidad de los datos.
También ¿los datos
quien los provee? ¿Las autoridades sanitarias, los agentes de tránsito o la
policía? Sin dudas, hoy en nuestro país y resto del mundo no hay una
coordinación en este sentido y esto contribuye a la confusión.
2) los
accidentes de tránsito constituyen una verdadera epidemia. La OMS u otras
entidades están creando premisas para bajar el número y la incidencia de daños
que producen los accidentes viales.
De esa manera el primer paso fue la realización de esta encuesta con la intención de tener una orientación del problema en el mundo, y a su vez identificar el impacto en países con diferente grado de desarrollo.
De esa manera el primer paso fue la realización de esta encuesta con la intención de tener una orientación del problema en el mundo, y a su vez identificar el impacto en países con diferente grado de desarrollo.
El segundo paso era
identificar los países que están más avanzados en los cuidados contra los
accidentes viales para ver qué grado de reducción se produce.
Los accidentes
afectan a todas las personas sin distinción de edad o género. Sin embargo, los
accidentes viales son la principal causa de muerte en el mundo entre los
jóvenes entre 10 y 24 años. Concretamente la colisión vial produce muerte y
traumatismos de diferente gravedad.
Las consecuencias en
calidad de vida perdida y costos son muy difíciles de evaluar, lo llamativo es que
esta situación nuevamente es peor en los países de ingresos menores y bajos.
Las tasas más elevadas se dan en África y en Medio Oriente.
Otro tema no menor
es el costo de las colisiones, se estima 518 mil millones de dólares anuales en
el mundo, en materia de atención de la salud y otros conceptos. Inclusive se
sabe que en países de ingresos menores y bajos los gastos por colisiones
implican el 1 o 1,5 % del producto bruto interno de estos países.
Lo notable y
esperanzador es que los accidentes de tránsito son previsibles y prevenibles.
Las proyecciones del
informe sobre la seguridad vial sostienen que los accidentes serán la quinta
causa de muerte en el mundo en el 2030. La tasa de accidentes es el doble en
los países en vías de desarrollo que en los países desarrollados a pesar que
sólo circulan la mitad de los vehículos.
En base a este informe, durante
los últimos años la mayoría de los países han aprobado en sus legislaciones las
medidas para mejorar la seguridad vial. No hay evaluaciones hasta la fecha de
los resultados de estas medidas y del extenso informe se desprenden
conclusiones relevantes:
El tema de la seguridad vial
constituye un problema de la salud pública de primera importancia.
Cerca de la mitad de los
accidentados son los considerados usuarios vulnerables de la vía pública; es
decir peatones, ciclistas, motociclistas, usuarios del transporte público,
entre otros.
Además, en la evaluación sólo el
29 % de los países encuestados cumple con las premisas de la norma de reducción
de velocidad en las zonas urbanas, sólo un tercio de la población mundial vive
en países que promueven el uso de bicicletas y de caminar como políticas de
incentivos para realizar estas prácticas. El 44% carecen de políticas de
promoción de uso del transporte público, como alternativa distinta al
transporte en automóvil.
Pocos países cuentan con una
legislación integral y bien aplicada sobre la seguridad vial. Sólo el 15% de
los países cuenta con legislaciones modernas y aplicables. En general en el
mundo, el grado de cumplimiento de estas normas es bajo. Lo principal está
referido a las normas contra el exceso de velocidad y conducir bajo los efectos
del alcohol, fomentar el uso de casco en los motociclistas y el uso del
cinturón de seguridad. Esto requiere la voluntad política de querer contener
este flagelo. Para ello se busca tener la legislación adecuada y hacer
cumplir la ley contando con los recursos humanos y económicos necesarios.
Sin dudas este tema sanitario de
primer nivel requiere acciones complejas y multidisciplinarias:
1) Intensificar el objetivo de
lograr registros lo mas fehacientes posibles. 2) Contar con legislación moderna
y apropiada.
3) Medidas de seguridad dirigidas
a control de límites de velocidad de los vehículos principalmente en áreas
urbanas; combate estricto de los conductores que conducen bajo los efectos del
alcohol; utilización de los cinturones de seguridad de todos los ocupantes del
vehículo; utilización del casco en motocicletas, obligatorio para todos los que
van en la moto; utilización de dispositivos de retención para niños;
distracciones al conducir: fundamentalmente por el uso de celulares de los
conductores, un aspecto relativamente nuevo pero de indudable importancia.
La promoción y aplicación de estas
medidas podrían disminuir la cantidad de accidentes y la gravedad de las
lesiones en más del 50% en todos los rubros analizados y en algunos casos
porcentajes más importantes.
4) Favorecer la utilización del
transporte público.
5) Infraestructura y legislación
para favorecer el uso de bicicletas y sendas seguras para caminar promoviendo
ambas actividades.
6) Valorar la posibilidad de
incluir Seguridad Vial como materia de enseñanza en las escuelas.
La Asamblea de las Naciones Unidas
proclamó hace pocos años “el decenio de Acción para la Seguridad Vial
2011-2020”. Muchos países están trabajando duramente en esto.
Recientemente nos referíamos a la
epidemia de las enfermedades crónicas no transmisibles, siguen los accidentes
de tránsito como prioridad sanitaria. Es necesario un abordaje multisectorial y
sin egoísmos por parte de todos para enfrentar esta otra epidemia.
(*) Máster en Gerenciamiento en
Sistemas y Servicios de Salud. Médico. Especialista en Cardiología.
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