El agua es esencial para la vida y
constituye un elemento de vital importancia para la salud pública mundial. La
cantidad de agua dulce existente en la tierra es limitada, y su calidad está
sometida a una presión constante. La conservación de la calidad del agua dulce
es importante para el suministro de agua de bebida, la producción de alimentos
y el uso recreativo. La calidad del agua puede verse comprometida por la
presencia de agentes infecciosos, productos químicos tóxicos o radiaciones
entre otros.
El manejo del agua potable se incluye
dentro de lo que es la salubridad
ambiental. La salubridad ambiental comprende el manejo sanitario del agua potable, las
aguas residuales, los residuos orgánicos tales como las excretas y residuos
alimenticios, los residuos sólidos y el comportamiento higiénico que reduce los
riesgos para la salud y previene la contaminación. La salubridad ambiental
busca la mejor calidad de vida de las personas.
El concepto de saneamiento tiene que ver con el tratamiento diferenciado
de las excretas y residuos que deben tener un tratamiento diferenciados del
agua que se consume.
Desde la OMS (Organización Mundial de la Salud) sostienen que el agua y
el saneamiento son uno de los principales motores de la salud pública. El
objetivo es garantizar el acceso al agua salubre y a instalaciones sanitarias
adecuadas para todos, independientemente de la diferencia de sus condiciones de
vida. Esto tiene una consecuencia inmediata que es la batalla contra todo tipo de enfermedades.
En
el último decenio los esfuerzos se dirigieron a que la provisión del agua y el
saneamiento se instalen en la agenda definitiva de los gobiernos y que se
asista en los países más pobres a las personas con mayor vulnerabilidad.
Algunos avances ha habido desde los años 90. La población mundial de 5.2 billones paso a 7.3 billones. En los 90 la población rural
en el mundo era del 57%, actualmente el 54% es urbana y, de una cobertura de
agua potable del 76% en los 90 se pasó al 91% actual. El numero en valores
relativos y absolutos muestra una enorme
mejoría.
Por otra parte entre el año 1990 y el 2015, 2100 millones de personas
han tenido acceso a una letrina, inodoro u otras formas mejoradas de
saneamiento, con lo que ya hay un 68% de la población que tiene acceso a algún
tipo de saneamiento. Sin embargo no se ha llegado al objetivo del milenio de
saneamiento. Falta mucho por hacer.
A pesar de todos los esfuerzos hay todavía más de 700 millones de personas
que beben agua de fuentes no mejoradas en 2015. Las zonas urbanas y las zonas
rurales presentan diferentes problemas en cuanto a la provisión de agua
potable. La urbanización desorganizada de las ciudades constituye un creciente
y significativo problema para el logro de los objetivos.
Lo
ideal es que los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento
para cada persona sean continuos y
suficientes para el uso personal y doméstico. Estos usos incluyen normalmente
agua de boca, saneamiento personal, lavado de ropa, preparación de alimentos,
higiene personal y limpieza del hogar. Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona al día
para garantizar que se cubren las necesidades básicas y que no surjan grandes
amenazas para la salud.
Además de las organizaciones existen
personas que en forma individual o privada tratan de aportar soluciones a los
principales problemas del mundo.
Y la tecnología puede contribuir a dar algunas
soluciones.Existe un diseñador industrial chileno que
se llama Alfredo Zolezzi que ha inventado un sistema de purificación de agua
que va a revolucionar este tema y que podría asegurar el agua potable a las 780
millones de Personas que reciben agua contaminada y los 2500 millones que no
tienen servicios sanitarios adecuados.
Zolezzi había estado trabajando en experimentos en el campo de la
minería y, el petróleo. Estaba trabajando una máquina que transformaba el
petróleo solido en líquido, y era para reactivar pozos petroleros que se habían
cerrado. El invento tenía muchas dificultades. Y en el 2010 decidió probar esa
máquina para la purificación de agua, es decir transformar el agua contaminada
en agua potable.
Luego realizo un convenio de cooperación entre su laboratorio de Viña
del Mar y la NASA. Se construyó un aparato muy sencillo que primero transforma
el agua contaminada en plasma y esta en agua purificada. La calidad del agua
fue certificada por las autoridades chilenas. Y luego fue probado en un
populoso barrio muy pobre sin agua potable. Si bien falta tiempo para el
desarrollo definitivo, el aparato era
capaz de proveer 50 litros por día por familias.
El método fue validado por la NSF de
Estados Unidos (National Sanitation Foundation), certificando que el agua era
libre de bacterias y potable. Es decir
esa máquina transformaba el agua contaminada en potable.
Como esto tiene sus costos además se modelo un sistema de innovación
social por el que la maquina se vende y es financiada por empresas con fines de
lucro que utilizan el agua (los fabricantes de bebidas gaseosas) y a su vez se
ofrece gratuitamente a las comunidades y países pobres que la necesitan. Es
decir que esto también es un modelo de innovación en los modelos de negocios.
Con un evidente sentido social.
En el 2014 el equipo fue probado en varios
países como Ghana, Kenia, Brasil, India, Bolivia, Paraguay, Chile y Haití con
la idea de probar diferentes climas y poblaciones. Actualmente hay dos empresas
que lo van a producir masivamente y se calcula que para el 2016 el purificador
estará en el mercado.
Sin dudas es alentador pensar que dispondremos de esta nueva arma para
cumplir con el objetivo de que todos los seres humanos de este mundo cuenten
con agua potable.