Los chicos
que practican deporte logran un desarrollo físico y mental superior, gozan de
mejor salud y se relacionan de manera más independiente con sus pares. Son más
sanos, más felices y tienen mejor rendimiento académico.
Durante los
últimos años estamos asistiendo a un resurgir de las
relaciones
entre la actividad física y la salud. En ello ha jugado un
papel
fundamental el incremento de las enfermedades cardiovascu
lares, el
apoyo que ha recibido la medicina preventiva para reducir
los costos
de la tradicional medicina curativa y la extensión de un
concepto más
abierto y dinámico de la salud que se ha orientado a
la promoción
de ambientes y estilos de vida saludables.
Hoy es
indudable que para la salud pública, la inactividad aparece
como un
factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares
mucho más
importante que otros factores. Los ejercicios aeróbicos
previenen
enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, hi
pertensión y
cáncer, entre otras afecciones.
La promoción
de la actividad física es fundamental, pues está
comprobado
que ayuda a disminuir toda clase de patologías físicas
y mentales.
A su vez, desde el punto de vista emocional, quienes
más deporte
hacen, más quieren su cuerpo, tienen mejores relacio
nes
interpersonales y mejor rendimiento académico.
Pero
mientras la importancia de la actividad física parece ser evi
dente para
los adultos, el papel de la misma en la infancia y la juven
tud se
apoya, fundamentalmente, en la hipótesis de que su partici
pación en
actividades físicas aumentará la probabilidad de seguir
participando
en tales actividades cuando sean adultos.
Con el
ejercicio los niños logran un desarrollo físico y mental supe
rior, gozan
de mejor salud y se relacionan de manera más indepen
diente con
sus pares.
Cuando los
adultos pensamos en hacer deporte imaginamos un
gimnasio
repleto de máquinas. Para los niños, hacer ejercicio signi
fica jugar y
estar físicamente activos. Ellos se entrenan jugando en
el recreo,
al correr detrás de sus compañeros o al pasear en bicicle
ta.
La práctica
de una actividad física es tan necesaria en su vida co
mo la alimentación
o el sueño. Sin embargo, muchos padres se
plantean
dudas sobre qué deporte inculcar a sus hijos o a qué edad
es adecuado
comenzar la vida deportiva.
Es
recomendable que los niños inicien actividad física lo antes po
sible. No se
trata de inscribirlos en una liga competitiva a los tres
años, pero
sí inculcarles ejercicios lúdicos, entretenidos y variados.
Durante la
niñez - partiendo a los dos años - es aconsejable que
ellos
conozcan y practiquen diferentes deportes, para que puedan
elegir el que
más les guste.
Los niños y
jóvenes deben realizar 60 minutos o más de actividad
física todos
los días. Las actividades deben ser variadas y adecua
das a la
edad y al desarrollo físico de cada uno. Los niños son acti
vos por
naturaleza, especialmente cuando participan en juegos es
pontáneos
(por ejemplo, en el recreo). Cualquier tipo de actividad
cuenta para
completar los 60 minutos o más que se recomiendan.
La mayor
parte de la actividad física debe ser aeróbica y de inten
sidad
moderada, por ejemplo, caminar, correr, saltar, jugar en el pa
tio de
juegos, practicar deportes de pelota y montar en bicicleta.
Los niños y
adolescentes con discapacidades deben consultar con
su médico
para saber qué tipo y qué cantidad de actividades físicas
pueden
realizar sin peligro. Cuando sea posible, estos niños deben
seguir las
recomendaciones contenidas en las pautas.
Pautas
generales para actividad
física en
niños y adolescentes:
-Por lo
menos tres días a la semana se deben realizar actividades
aeróbicas
intensas, como correr, dar saltos en tijera y nadar rápida
mente.
-Por lo
menos tres días a la semana se deben realizar actividades de
fortalecimiento
muscular, como jugar en los aparatos de un parque
de recreo
infantil, jugar al tira y afloja, hacer flexiones de brazos en
el suelo
(lagartijas) y flexiones de brazos con barra.
-Por lo
menos tres días a la semana se deben realizar actividades
para
fortalecer los huesos, como saltar, brincar, dar saltos en tijera,
jugar voleibol
y trabajar con bandas de resistencia.
Es notable
que por edad y posibilidades la escuela a esta altura
cobra una
importancia inusitada, principalmente en países donde la
escolaridad
es obligatoria. La principal razón es que la escuela es el
único lugar
donde todos los niños/as, independientemente de su
proeza
atlética, tienen la oportunidad de participar en actividades fí
sicas.
Es clave
valorar el tiempo destinado en la currícula a las activida
des físicas
y los programas que se lleven adelante sean suficientes
para lograr
los objetivos buscados.
Además debe
plantearse un trabajo conjunto entre la familia y la
comunidad y
buscar estrategias que involucren al profesorado y al
alumnado y a
padres e hijos y compañeros. También deberían estar
coordinadas
con otras estrategias de promoción a nivel nacional y
autonómico o
local.
Con respecto
al deporte, hay una pregunta típica: ¿Qué deporte
debe hacer
mi hijo?
El niño debe
practicar el deporte que le guste. No hay uno mejor
que otro. El
indicado será sólo el que le agrade al involucrado; no al
papá, a la
mamá, ni al profesor. Para eso es preciso que conozca
distintas
disciplinas y que sienta el apoyo de su familia en su deci
sión. La
clave es que escoja un deporte al que los papás lo puedan
acompañar y
que tenga las condiciones para practicarlo. En conclu
sión, se
trata de adaptar el ejercicio a la realidad de cada uno.
Sin embargo,
no es bueno encasillar a los menores y empujarlos a
que entrenen
una disciplina en particular, salvo que ellos quieran. El
secreto es
motivarlos desde pequeños para que crezcan con el há
bito de la
actividad física y la vida saludable.
Ventajas de
la actividad física en la infancia
Los niños
que practican deporte, aprenden a seguir reglas, se
abren a sus
pares y superan la timidez, frenan sus impulsos excesi
vos,
aumentan sus habilidades motoras, favorecen el crecimiento
de sus
huesos y músculos, corrigen posibles defectos físicos, desa
rrollan su
placer por el movimiento y el ejercicio, estimulan la higie
ne y la
salud, y Mejoran su salud, ánimo y rendimiento escolar.
La actividad
física hace que el cerebro libere endorfinas. Estas
sustancias
químicas son muy similares a la morfina y provocan una
sensación de
bienestar increíble. Se ha demostrado que los niños
que
practican deporte son más sanos, felices y tienen mejor rendi
miento
académico.
Ellos
aprenden a ser parte de un equipo, a responder a la presión y
motivarse a
sí mismos. También desarrollan su capacidad para ha
cer frente a
la adversidad y recuperarse de la derrota, dos herra
mientas
esenciales para la vida.
Limitemos el
tiempo dedicado a las computadoras y videojuegos a
no más de
una o dos horas al día. Muchos estudios han demostrado
que los
niños que dedican mucho tiempo a ver televisión, lo más
probable es
que consuman alimentos como snacks, dulces, y gase
osas que
contribuyen al aumento de peso. Deje que su niño escoja
un deporte
que encuentre agradable, y una vez que lo descubra,
aliéntelo
para que sea una parte regular de su vida.
Dr. Eduardo
Tassano
Máster en
gerenciamiento en
Servicios y
Sistemas de Salud
Especial
para época