Desempeña un rol de importancia en la prevención, control, tratamiento y rehabilitación de las principales enfermedades no transmisibles. En América, más de la mitad de la población es poco activa y prevalece el sedentarismo.
En información científica de las décadas pasadas se demuestra claramente la relación beneficiosa que existe entre actividad física y salud. En datos epidemiológicos se expresa que la actividad física desempeña un papel importante en la prevención, el control, el tratamiento y la rehabilitación de las principales enfermedades no transmisibles, tales como obesidad en adultos en niños y adolescentes, hipertensión, diabetes, derrame cerebral, enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio, osteoporosis y fractura de cadera, y cáncer, además de la disminución de marcadores inflamatorios para enfermedades no transmisibles y de mortalidad a partir de cualquier causa.
En la región de las Américas, la prevalencia de la inactividad física como factor de riesgo no había sido claramente establecida ya que, hasta hace poco, no existía un instrumento único y universalmente aceptado para evaluar niveles de actividad física que hicieran posible la obtención de cifras de referencia regionales.
Sin embargo, en datos de diferentes países de las Américas se demuestra que más de un 50% de la población es poco activa; en otras palabras, este grupo no realiza actividad física a la frecuencia mínima recomendada de cinco días por semana, 30 minutos por día. En algunos países de la Región, la prevalencia de estilos de vida sedentarios es casi 60%.
En Chile, de acuerdo con la Primera Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud de 2002, el porcentaje de personas que realizan menos de 30 minutos de actividad física tres veces por semana (considerado como sedentario bajo este criterio) fue un sobresaliente 91% de la población.
En otros estudios en Brasil, Chile y Perú se demuestra claramente que más de dos tercios de la población de estos países no cumplen las recomendaciones en cuanto a la frecuencia de actividad física que se necesita para obtener beneficios para la salud. En resultados de estudios realizados en Bogotá, Colombia, el índice de inactividad física es del 79% de la población y sólo 5,25% de individuos realizan regularmente actividad física. En estos estudios se indica también que las mujeres realizan actividad física con menos frecuencia que los hombres y que la actividad física disminuye a medida que avanza la edad cronológica.
El caso de Sao Paulo (Brasil)
En Brasil, en los primeros datos sobre inactividad física en la municipalidad de Sao Paulo se demostró una prevalencia de estilos de vida sedentarios de cerca de 60% en hombres y 80% en mujeres. En los datos obtenidos luego del censo nacional de 1996 y 1997, se demostró que apenas 13% de la población realizaba al menos 30 minutos de actividad física en su tiempo libre en uno o más días semanalmente, y que sólo 3,3% hacía la cantidad mínima diariamente recomendada de al menos 30 minutos cinco veces por semana. Otro importante punto respecto a la actividad física y el impacto de ésta en la salud pública es el costo de estilos de vida sedentarios para los planes de salud.
Existen diferentes estimaciones pero de lo que no hay dudas es del alto impacto económico que el sedentarismo provoca en las sociedades modernas. Un estudio del año 2002 en el estado de Sao Paulo reveló un gasto de aproximadamente 37 millones de dólares.
A la luz de estos resultados, además de otros datos respecto a la alta prevalencia de enfermedades no transmisibles - las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de morbilidad y mortalidad - el Ministerio de Salud buscó crear un programa de incentivos para la práctica regular de actividad física como una manera de mantener, mejorar, recuperar y lograr el nivel de salud más alto posible para los residentes de Sao Paulo.
Así nació un programa pionero para promover la actividad física en Latinoamérica “Agita Sao Paulo”, considerado por algunos expertos en este campo como una de las iniciativas más ejemplares desarrolladas hasta la fecha para la promoción de estilos de vida activos en la Región de las Américas. La estrategia básica ha sido la actividad física moderada más la nueva e innovadora estrategia propuesta para combatir estilos de vida sedentarios mediante la adopción del llamado modelo ecológico móvil, que toma en cuenta factores individuales y medioambientales en la promoción de la actividad física.
El concepto de actividad física moderada tiene que ver particularmente con el contexto cultural de Sao Paulo. De hecho, el ritmo urbano, rápido y moderno que caracteriza la vida en el área metropolitana ha llevado a muchos residentes a informar que la falta de tiempo es una barrera principal para desarrollar un estilo de vida activo. Por lo tanto, la idea de realizar actividad física moderada en sesiones breves es probablemente una alternativa más atractiva que realizar periodos de 30 minutos de actividad física intensa. Otro factor que quizás influye esta tendencia es el clima cálido y tropical que se encuentra en muchas partes de Brasil.
El programa además cuenta con materiales educativos que se ofrecen más una serie de megaeventos para movilizar a la población y crear conciencia colectiva en cuanto a la importancia para la salud y el bienestar totales de realizar actividad física.
El mensaje por excelencia adoptado por Agita Sao Paulo de que los adultos realicen al menos 30 minutos de actividad física de moderada intensidad en la mayoría, si no todos, los días de la semana, fue desarrollado por primera vez en 1995 por los CDC y la American College of Sports Medicine (ACSM) [Universidad Norteamericana de Medicina del Deporte] y se basó en numerosos estudios fisiológicos, epidemiológicos y clínicos que confirmaron los beneficios para la salud obtenidos de este nivel de intensidad y duración de la actividad física.
Se ha probado que el Programa Agita Sao Paulo es un modelo de intervención exitoso para la promoción de la actividad física, especialmente en países en desarrollo y una estrategia eficaz en diferentes niveles y sectores, ya que incluye simultáneamente las acciones de instituciones y grupos de interés de los sectores públicos y privados y de la sociedad civil, con un objetivo en común: combatir estilos de vida sedentarios.
El esquema de trabajo incluye la presentación de un mensaje simple y claro que es fácil de entender y recordar: “30 minutos de actividad física, preferiblemente todos los días”; focalizando principalmente en las escuelas, lugares de trabajo y para la tercera edad.
El otro pilar ha sido un fuerte apoyo de los medios de comunicación en la diseminación de mensajes e información a públicos diversos y general.
De este programa ha nacido el Muévete Bogotá y otros más pequeños en otras ciudades. Toda Latinoamérica está preocupada por este tema y cada vez más se toman más iniciativas para favorecer y fomentar la actividad física como elemento de primer orden en la prevención de muchas enfermedades.
La "actividad física" no debe confundirse con el "ejercicio". Este es una variedad de actividad física planificada, estructurada, repetitiva y realizada con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física. La actividad física abarca el ejercicio, pero también otras actividades que entrañan movimiento corporal y se realizan como parte de los momentos de juego, del trabajo, de formas de transporte activas, de las tareas domésticas y de actividades recreativas.
La promoción y realización de actividad física debe constituir una política de estado y es perentorio organizar actividades de todo tipo en todos los ámbitos posibles para que nuestros ciudadanos tengan la mayor calidad de vida posible.
Eduardo Tassano Máster en Gerenciamiento en Servicios y sistemas de salud
Especial para época