El Día Mundial del Agua fue propuesto en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo efectuada en Río de Janeiro, Brasil, del 3 al 14 de junio del año 1992. Después de la cual, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 una resolución que declaró el 22 de marzo de cada año como Día Mundial del Agua.
Recordemos que sólo el 2,5 % del agua disponible en el mundo es agua potable. El 97,5% restante es agua salada en los mares y océanos.
De ese 2,5% del agua dulce del mundo el 90% es agua congelada tanto en los glaciares como las altas cumbres y en los polos. El 10% restante es agua en estado líquido, de los cuales el 40% son aguas subterráneas (conocidos como acuíferos), y el restante 60% constituyen los ríos y lagunas de agua dulce (aguas superficiales). Nuestra provincia de Corrientes es millonaria en agua potable superficial y subterránea.
El otro dato vital es que para el reemplazo del petróleo es posible que haya sustitutos mientras que para el agua potable no hay por el momento ninguna posibilidad de sustitución.
Todos los años se celebra el día del agua y se propone un tema a desarrollar en el el año. El tema del año 2014 es: “agua y energía”.
El agua y la energía están estrechamente relacionados entre sí y son interdependientes.
La generación y transmisión de energía requiere de la utilización de los recursos hídricos, en particular para las fuentes de energía hidroeléctricas, nucleares y térmicas. Por el contrario, aproximadamente el 8% de la generación de energía global se utiliza para la extracción, el tratamiento y el transporte de agua a varios consumidores.
En el año 2014, la Organización de las Naciones Unidas - en estrecha colaboración con sus Estados miembros y otras partes interesadas - hacen énfasis en el nexo agua-energía, abordando en particular las desigualdades, especialmente para una gran parte de la población que vive en barrios marginales y zonas rurales empobrecidas sin acceso al agua potable, al saneamiento adecuado, alimentos suficientes y los servicios energéticos.
También tiene como objetivo facilitar el desarrollo de políticas y marcos transversales de políticas que tengan por objetivo la seguridad energética y el uso sostenible del agua en lo que se conoce como economía verde o energía sustentable. Se prestará especial atención a la identificación de las mejores prácticas para el uso del agua y la eficiencia energética, para hacer que la llamada “industria verde” sea una realidad.
El Día Mundial del Agua trata de lo que se va a hacer a partir del año 2014 para promover prácticas sostenibles en el ámbito de agua y energía. Los mensajes clave del corriente año son:
1. El agua requiere energía y la energía requiere de agua. El agua es necesaria para producir casi todas las formas de energía. La energía es necesaria en todas las etapas de extracción de agua, el tratamiento y la distribución.
2. Los suministros son limitados y la demanda es cada vez mayor. La demanda de agua dulce y energía seguirá aumentando significativamente en las próximas décadas. Este aumento presentará grandes desafíos y los recursos de deformación en casi todas las regiones, especialmente en el desarrollo y las economías emergentes.
3. El ahorro de energía es el ahorro de agua. Ahorrar agua significa un ahorro de energía.
4. El sector más pobre de la población necesita urgentemente el acceso a los servicios tanto de agua y saneamiento como de electricidad. A nivel mundial, 1,3 mil millones de personas no tienen acceso a la electricidad, 768 millones de personas carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua potable y 2,5 mil millones de personas no tienen acceso a servicios de saneamiento. El agua y la energía tienen impactos importantes sobre el alivio de la pobreza.
5. Una mejor eficiencia en el uso del agua y la energía es tan imprescindible como son las políticas coordinadas, coherentes y concertadas.
Una mejor vinculación entre los sectores de agua y energía mejorará la coordinación en materia de energía y planificación del uso del agua, dando lugar a la reducción de ineficiencias. Quienes diseñan políticas, los planificadores y los profesionales pueden tomar medidas para superar las barreras que existen entre sus respectivos dominios. Se necesitan políticas nacionales innovadoras y pragmáticas que pueden conducir a una mayor eficiencia y una prestación de los servicios de agua y energía efectivas en cuanto a sus costos.
Según la ONU, cerca de 700 millones de personas, de las cuales 425 millones aproximadamente son menores de edad, no tienen en la actualidad acceso al agua. Pero esto no es todo, se calcula que esta cifra podría aumentar a 3.000 millones de personas para el año 2025 si no se toman medidas desde ahora.
-¿Por qué se nos está acabando el agua?
De acuerdo con muchos estudios realizados en el mundo, las principales causas de pérdida del recurso hídrico son el desperdicio constante del agua, confrontado con el aumento desmedido de la población mundial y el calentamiento global.
Debido al cambio climático ya el 20% de los recursos hídricos del planeta han sido afectados. Sobre todo los acuíferos y los estuarios. El otro hecho que amenaza a las fuentes de agua dulce es la contaminación. Hoy casi todos los recursos hídricos superficiales están contaminados y los acuíferos no están exentos a este problema. Esto íntimamente ligado a los desarrollos agrícolas e industriales en los cuales no se tiene en cuenta la preservación del ambiente. Quizá el caso de más impacto sea la explotación minera a cielo abierto.
Son además de impacto muy significativo los basurales a cielo abierto, los desechos industriales que se arrojan sin tratamiento a los recursos hídricos, la falta de cloacas y servicios sanitarios, las explotaciones petrolíferas y los cultivos con agroquímicos tóxicos, entre otros. Sin ninguna duda que el siglo 21 será el siglo de la energía y el agua potable. Para bien o para mal con ineludibles luchas por el control de los recursos naturales.
Quizá las clases dirigentes y la población en general deberían poner más énfasis en conocer estos temas, tener un pensamiento más estratégico y solidario con las generaciones que nos van a suceder y menos dedicación a los temas triviales y banales que no sirven para nada.
Dr. Eduardo Tassano Máster en Gerenciamiento en
Servicios y Sistemas de Salud
Especial para época.