El agua potable es un bien escaso ya que sólo constituye el 2,5% del total del agua del mundo, el 97,5% restante es agua salada y está contenida en los mares y océanos.
El 90% de ese 2,5% de agua dulce del mundo es agua congelada (en los glaciares, en las altas cumbres, y el continente antártico por ejemplo). El 10% restante es agua en estado líquido.
De esa agua en estado líquido el 40% se encuentra confinado bajo tierra en napas que comúnmente reciben el nombre de Acuíferos. El resto lo componen los ríos, lagunas y otros que contengan agua dulce y se llaman recursos superficiales. Con respecto a estos reservorios subterráneos, es difícil tener la precisión de la cantidad de agua que poseen.
Dado que a diferencia del petróleo el agua no tiene sustitutos, el agua dulce es hoy un elemento preciado que cobra cada vez mayor importancia en el mundo.
El otro aspecto es que estos recursos hídricos se están contaminando en todo el planeta. Hoy casi todos los recursos hídricos superficiales están contaminados y los acuíferos no son inmunes al problema.
Es sabido que la provincia de Corrientes se encuentra dentro de uno de los acuíferos más importantes del mundo y, además, posee mucha agua dulce superficial, comprendida por sus ríos lagunas y ni que hablar de los esteros del Iberá.
En el mundo los nuevos desequilibrios ambientales están favoreciendo el crecimiento de algas que pueden ser nocivas y peligrosas para la potabilidad de las aguas tanto superficiales como las subterráneas. Dichas algas son unas bacterias que se llaman Cianobacterias, y Argentina y Corrientes no escapan de este peligro.
Las cianobacterias colonizan numerosos ecosistemas terrestres y acuáticos. Sin embargo, en ambientes acuáticos es donde especialmente crecen, dando lugar a formaciones típicas conocidas como floraciones o blooms. Estas proliferaciones en masa ocurren en aguas ricas en nutrientes (particularmente fosfatos, nitratos y amoníaco) bajo temperaturas medianamente altas (15 a 30 °C) y donde el pH oscila entre 6 y 9. Con todo, las floraciones cianobacterianas necesitan aguas poco removidas y sin vientos para poder desarrollarse. Dichos blooms, resultan muy antiestéticos e indeseables en las aguas afectadas ya que cambian el aspecto del agua y causan turbidez. (Color verde - azulado).
Las cianobacterias siempre están en los embalses y pantanos, pero a concentración baja. El problema surge cuando proliferan por aumento de nutrientes; especialmente algunas especies, que aumentan la toxicidad del agua. Provocan neurotoxicidad -(sistema nervioso) o problemas al sistema hepático que conducen a la muerte. Consideradas armas biológicas. Al proliferar, el agua adquiere olor desagradable.
Hay que añadir a todos estos compuestos toxinas responsables de varios episodios conocidos de mortandad de vertebrados (peces, así como ganado y otros animales que beben de las aguas afectadas por el bloom) por ingestión de cianobacterias concentradas en la orilla por la acción del viento.
¿Cuáles son las principales causas que contribuyen a esta multiplicación de cianobacterias?
En primer lugar las aguas residuales domésticas (residuos urbanos sólidos en las ciudades) o industriales no tratadas, que son vertidas directa o indirectamente a los sistemas acuáticos. En segundo lugar, por el escurrimiento de aguas de lavado de suelos de áreas cultivadas y fertilizadas, de suelos deforestados o de campos con ganadería (ya sea extensiva, tambos, etc.) Tercero, del drenaje de suelos áridos y, cuarto, del manejo del flujo de salida de las represas, ya que con esto se regula el tiempo de residencia del agua en los embalses.
Redondeando ¿qué consecuencias pueden provocar estas proliferaciones?:
1) La presencia de cianotoxinas con el consiguiente riesgo de intoxicación de los seres vivos en contacto con el fenómeno. Cuando estos fenómenos se dan en lugares donde el agua se destina a usos humanos, como fuentes de agua potable, recreación, baños en períodos de verano, etc., ocasionan importantes perjuicios desde el punto de vista sanitario y estético.
2) Otro efecto de las floraciones de cianobacterias se relaciona con el consumo de oxígeno que produce la respiración de las algas, originándose una alteración de las propiedades químicas del agua, favoreciendo crecimiento de algunas especies y limitando a otras. Esto favorece la disminución de la diversidad de las especies del sistema.
3) El mayor consumo de oxígeno que se produce cuando la floración sedimenta, frecuentemente ocasiona la falta de oxigeno en los niveles más profundos del cuerpo de agua. Este efecto puede determinar la muerte de la fauna ictícola (peces), especialmente los que viven próximos al sedimento.
4) El exceso de algas produce una liberación de acido sulfhídrico, esto determina que el agua tenga un olor y sabor desagradable, además de resultar un compuesto tóxico para el sistema. El olor fuerte y sabor del agua y de los organismos acuáticos, está asociado a la presencia de compuestos volátiles producidos por algunas especies de cianobacterias y/o hongos (actinomicetos). Estos productos dificultan y encarecen los tratamientos de potabilización del agua, que conjuntamente con las toxinas disueltas, deben ser totalmente removidos del sistema. También pueden ser causantes de mal sabor en los productos de pesca, limitando su consumo.
5) Las floraciones de cianobacterias afectan a los organismos acuáticos por algunas de las causas antes mencionadas o por otros efectos mecánicos o bioquímicos, ya sea colmando mecánicamente las agallas de los peces e impidiendo el intercambio gaseoso, intoxicando directamente a los organismos o indirectamente a través de la cadena trófica.
Las sugerencias para controlar esto es primero realizar una fuerte campaña de concientización, trabajar duramente en la preservación del ambiente exigiendo tratamientos adecuados de los residuos sólidos y controlar los desechos de los sembradíos, cuidar los campos forestados y establecer desarrollos sustentables en las industrias que se quieren radicar.
Tenemos que preservar la riqueza de nuestra querida provincia. Todos los actores ya sea gobierno nacional, provincia, municipios, entidades privadas, organizaciones no gubernamentales, universidades, investigadores, docentes, alumnos y ciudadanos en general deben trabajar planificada mente y en forma multidisciplinaria para preservar nuestro suelo para generaciones futuras.
Autor: Eduardo Tassano Máster en Gerenciamiento en sistemas y servicios de salud Especial para época