OPINIONES – Dr. Eduardo Tassano

jueves, 24 de julio de 2014

Uso nocivo del alcohol y la salud






El 6% de las defunciones en el mundo y más de 200 trastornos y enfermedades son atribuidas al consumo de alcohol. Cada año mueren en el mundo 3,3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,9% de todas las defunciones.

Los impedidos para manejar no sólo son los "borrachos": un sólo vaso de vino, cerveza o whisky limita la capacidad de conducción, ya que produce una alteración de los reflejos para conducir.


El alcohol, sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia, se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos. El consumo nocivo de alcohol conlleva una pesada carga sanitaria, social y económica para las sociedades.

El alcohol afecta a las personas y las sociedades de diferentes maneras, y sus efectos están determinados por el volumen de alcohol consumido, los hábitos de consumo y en raras ocasiones, por la calidad del alcohol.
Además, el consumo nocivo de alcohol puede perjudicar a otras personas, por ejemplo, familiares, amigos, compañeros de trabajo y desconocidos.
El consumo de alcohol es un factor causal de más de 200 enfermedades y trastornos.

Está asociado con el riesgo de desarrollar problemas de salud tales como trastornos mentales y de comportamiento, incluido el alcoholismo, importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, así como traumatismos derivados de la violencia y los accidentes de tránsito.

Además hay asociación con enfermedades infecciosas como tuberculosis y SIDA. También se han referido daños durante el embarazo.
El problema de los traumatismos de todo tipo lamentablemente está más asociado al grupo etario  de los jóvenes.
Del reciente reporte sobre la salud y alcohol del 2014 se desprenden datos significativos:

-Cada año mueren en el mundo 3,3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,9% de todas las defunciones.

-En general, el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol.

-El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana. En el grupo etario de 20 a 39 años, un 25% de las defunciones son atribuibles al consumo de alcohol.

-Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales y de comportamiento, además de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos.

-En lo que respecta a la mortalidad y la morbilidad, así como a los niveles y hábitos de consumo de alcohol, existen diferencias entre los sexos. El porcentaje de defunciones atribuibles al consumo de alcohol entre los hombres asciende al 7,6% de todas las defunciones, comparado con el 4% entre las mujeres.

Un capítulo especial para los accidentes de tránsito. Están estrechamente ligados al  consumo nocivo del alcohol. Los impedidos para manejar no sólo son los "borrachos": un solo vaso de vino, cerveza o whisky limita la capacidad de conducción, ya que produce una alteración de los reflejos para conducir. Más del 50% de los fallecidos en accidentes tienen niveles de alcoholemia alta.

Recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH/SIDA.

Tanto en el plano individual como en el social se han identificado diversos factores que influyen en los niveles y hábitos de consumo de alcohol, así como en la magnitud de los problemas relacionados con el alcohol en las comunidades.
Los factores ambientales incluyen el desarrollo económico, la cultura y la disponibilidad de alcohol, así como la globalidad y los niveles de aplicación y cumplimiento de las políticas pertinentes. Para un nivel o hábito de consumo dado las vulnerabilidades de una sociedad podrían tener efectos diferenciales similares a los producidos en diferentes sociedades.

Si bien no existe un único factor de riesgo dominante, cuanto más factores vulnerables converjan en una persona, más probable será que esa persona desarrolle problemas relacionados con el alcohol como consecuencia del consumo de alcohol.

Los efectos del consumo de alcohol sobre los resultados sanitarios crónicos y graves de las poblaciones están determinados, en gran medida, por dos dimensiones del consumo de alcohol separadas, aunque relacionadas, a saber: el volumen total de alcohol consumido, y las características de la forma de beber.

El contexto de consumo desempeña un papel importante en la aparición de daños relacionados con el alcohol, en particular los asociados con los efectos sanitarios de la intoxicación alcohólica y también, en muy raras ocasiones, la calidad del alcohol consumido.

La estrategia mundial para reducir el uso nocivo de alcohol proveniente de la Organización Mundial de la Salud (marzo 2010) tiene por objeto ofrecer orientación para actuar a todos los niveles; determinar esferas prioritarias para una acción mundial, y recomendar una serie de opciones de política y medidas que podrían estudiarse para su posible aplicación, adaptándolas según proceda, a nivel nacional, teniendo en cuenta las circunstancias de los países, como el contexto religioso y cultural, las prioridades de salud pública y los recursos y capacidades.

La estrategia tiene cinco objetivos:

a) Aumentar la concienciación mundial respecto de la magnitud y la naturaleza de los problemas sanitarios, sociales y económicos causados por el uso nocivo del alcohol, y reforzar el compromiso de los gobiernos para adoptar medidas que contrarresten el uso nocivo del alcohol.

b) Consolidar el acervo de conocimientos sobre la magnitud y los determinantes de los daños relacionados con el alcohol y sobre las intervenciones que reducen y previenen eficazmente esos daños.

c) Incrementar el apoyo técnico prestado a los Estados Miembros y reforzar su capacidad para prevenir el uso nocivo del alcohol y gestionar los trastornos por consumo de alcohol y los problemas de salud asociados; implementando una estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol.

d) Fortalecer las alianzas e intensificar la coordinación entre los interesados, y aumentar la movilización de los recursos necesarios para adoptar medidas adecuadas y concertadas de prevención del uso nocivo del alcohol.

e) Mejorar los sistemas de seguimiento y vigilancia a distintos niveles, y la difusión y aplicación más eficaz de la información para fines de promoción, desarrollo de políticas y evaluación.

Como sociedad y como personas es importante concientizar sobre el consumo de alcohol,  enfatizando en nuestros jóvenes. Alertando sobre los peligros y consecuencias que el uso nocivo del alcohol provoca. Es indispensable que el Estado en todas sus facetas tome el toro por las astas en este difícil problema multifactorial.

Dr. Eduardo Tassano
Máster en Gerenciamiento en
Servicios y Sistemas de Salud
Especial para época