Producen dietas inapropiadas y el
sobrepeso los que están asociados a las enfermedades crónicas no transmisibles
como las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y los males pulmonares crónicos.
Estas constituyen las primeras causas de muerte en el mundo recibiendo el nombre de la epidemia del siglo XXI.
La dieta de los seres humanos estaba mayoritariamente
limitada a las frutas, raíces e
insectos, por este motivo nuestra especie hizo lo posible para desarrollar, a
lo largo de los años, un sistema que permitiera conseguir alimentos que escaseaba,
hacerlo posible, seguro, transportable y con capacidad de almacenamiento para
tiempos de necesidad.
La primera transformación apareció dos
millones de años A.C y fue el instrumento para cazar y preparar los alimentos,
que unidos al fuego para cocinar domino la cultura de la alimentación mas del
95% de nuestra existencia como especie humana.
Luego se produjo la revolución agrícola,
(aproximadamente 1200 años A.C), con la domesticación de los cereales, (trigo,
arroz y maíz) y de los animales
(ganado). Esto genero un alimento importante de los alimentos disponibles,
necesarios por el aumento de la población, y el comienzo de la civilización.
Del hombre cazador nómade, se paso al agraria sedentario.
Finalmente, hace escasamente 200
años, en el siglo XIX, comenzó la producción masiva de harinas refinadas y
azucares concentrados e inicio la etapa que podríamos denominar la dieta basada
en productos de consumo.
A esto
se agrega en los últimos 50 años el surgimiento y rápida aceptación de los
alimentos ultraprocesados, que se asemejan a alimentos naturales pero que en realidad representan una nueva creación
alimentaria. No solo son productos de consumo sino verdaderos productos industrializados por la compañía de alimentos.
La inmensa variedad de productos
ultraprocesados que se encuentran hoy en el mercado, surgen de la extrema manipulación
química y mecánica de tres especies vegetales, -maíz, trigo y soja- y de
animales alimentados por estos productos de consumo.
En estos alimentos se produce una eliminación
del agua a efectos de facilitar el alargamiento de vida del producto y poder
exponerlo mas tiempo a la venta. Por otro lado, esto disminuye el costo de
transporte pero aumenta tremendamente la cantidad de calorías por bocado de alimento
.
El problema es que las personas no
regulan el consumo de alimentos por la cantidad de calorías y por el volumen de
los mismos. De esa manera, se consumen muchas mas calorías en los mismos volúmenes.
Imaginen este cambio de dieta de calidad a largo plazo.
Debemos tener en cuenta que los
alimentos ultraprocesados ponen el énfasis en azucares, sal y gasas porque
condimentan con su sabor intenso, a menudo además facilitado por ingredientes
artificiales que permiten pasar por alto los mecanismos de saciedad endógenos y
producen conductas similares a la adicción.
Los estudios de observación sugieren
que una dieta basada en productos ultraprocesados de la industria de alimentos,
como las comidas rápidas, causan un aumento excesivo de peso y enfermedades crónicas.
Estos alimentos ultraprocesados son
la respuesta actual al mundo moderno, globalizado y eminentemente urbano. Además
no podemos ignorar que la población mundial ha superado los 7 mil millones de
habitantes.
El modelo actual dominado por la
industria de los alimentos genera productos manufacturados, durables, altamente
apetitoso, con todo el marketing moderno de presentación y de muy fácil cocción,
y baratos. Además alimentos delicioso y
altamente adictivos.
Como hemos citados en varias ocasiones,
estas dietas inapropiadas y el sobrepeso que generan estos alimentos, están asociados
fundamentalmente a las enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares,
el cáncer, la diabetes y las enfermedades pulmonares crónicas. Estas
enfermedades constituyen las primeras causas de enfermedad y muerte en el mundo
recibiendo el nombre de la epidemia del siglo XXI.
Una forma básica de luchar contra
esta epidemia es considerar una utilización mas apropiada de las necesidades a
largo plazo de las personas y de la salud publica, y no de las consideraciones económicas
de corto plazo de las industrias de alimentos.
Para la gente, preparar los alimentos
en su hogar con ingredientes frescos requiere tiempo y habilidades que ya no
tienen, generan desperdicio de los alimentos frescos que se echan a perder y,
lo crucial, son muchos mas caros en peso
por igual cantidad de calorías, ya que cualquier alimento procesado es
mas caro que las frutas y las verduras.
Esto hace que la gente prosiga
comprando alimentos procesados, por lo tanto, deberíamos mejorar la calidad
nutricional y la densidad de energía de los alimentos que come la mayoría de la
gente la mayor parte del tiempo.
Reformular los productos de mercado
masivo parece el fundamento mas claro de una política mundial de cambio del
sistema de alimentación. El programa de reducción de sal en los alimentos del
Reino Unido ha disminuido la ingesta promedio de sodio nacional en un 16% en
los primeros seis años.
En esta estrategia subyace el
principio de que cambiar de composición de los alimentos en la oferta, es mucho mas importante que cambiar a
las personas en la demanda de los mismos.
El logro de una alimentación saludable
comienza con la conducta individual que afecta el balance de energía, que no es
tan individual porque las personas se forman bajo la influencia de tres
factores.
-Entorno social y cultural en la que
se esta inmerso: incluyendo el marketing de alimentos, sobre todos en los niños,
el tamaño de las porciones, la proximidad física a la compra y la oferta de
comidas.
-Las opciones económicas: el sistema
que afecta a los precios de los alimentos por impuestos o subsidios y- la regulación
de la política de alimentos: que puede llegar a incluir cambios mandatarios según
su composición.
-El concepto de una epidemia
industrial, una epidemia que emerge de la comercialización de productos que
potencialmente dañan la salud, es lo que se impone en este momento.
Es necesario poner en foco en las políticas
que puedan influir en la conducta promedio de la población, pero no
necesariamente de manera drástica, porque los cambios drásticos de la dieta
tienden a no ser sostenible y progresivas de mucha gente. Para ello, se debe
crear un medio ambiente que apoye y aliente las elecciones saludables y que
este cambio del medio ambiente haga mas fácil el modo de vida saludable, de
manera que resulte menos necesaria nuestra conducta actual de tratar de forzar
a los individuos uno por uno.
Si pensamos el numero de enfermedades
que están asociadas al gran consumo de tabaco, alcohol o alimentos de alto
valor calórico tenemos que considerar estos tópicos como un elemento esencial a
modificar y contribuir a mejorar las bases de la salud publica.
Dr Eduardo Tassano
Master en Gerenciamiento en Servicios de Sistemas de Salud.
Especial para Época.