La Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de
Diabetes trabajan juntas apoyando iniciativas dirigidas a prevenir y
manejar la diabetes y sus complicaciones, así como a promover la mejor
calidad de vida posible para las personas con diabetes a nivel mundial.
¿Qué es la diabetes?
La insulina es una hormona producida por el páncreas, su función
primordial es que la glucosa (hidratos de carbono o los azucares)
ingerida pueda pasar a las células para ser aprovechadas como alimento y
combustible.
La diabetes es una condición crónica que ocurre cuando el páncreas no
produce suficiente insulina, o cuando el cuerpo no puede utilizar
efectivamente la insulina que produce. De esa manera la glucemia o
“azúcar en la sangre” se elevan en la sangre al no poder entrar en las
células. Esa elevación genera cambios metabólicos para lo cual el
organismo no está preparado. Esta situación genera daños importantes en
muchos sistemas del cuerpo, principalmente en los nervios y los vasos
sanguíneos.
Existen dos formas básicas de diabetes:
Tipo 1: las personas con este tipo de diabetes producen muy poca o nada de insulina.
Tipo 2: las personas con este tipo de diabetes no pueden utilizar la
insulina en forma efectiva. La mayoría de las personas con diabetes,
tiene el tipo 2.
Un tercer tipo de diabetes es la diabetes mellitus gestacional (DMG),
que se desarrolla en algunos casos de embarazo y que generalmente
desaparece después del embarazo.
Las personas con diabetes tipo 1 requieren de inyecciones diarias de insulina para sobrevivir.
Las personas con diabetes tipo 2 en algunas ocasiones pueden manejar su
condición solamente con medidas relacionadas al estilo de vida, sin
embargo, con frecuencia se requieren medicamentos orales, y con menor
frecuencia insulina.
Los síntomas comunes de la diabetes tipo 1 incluyen: sed excesiva,
hambre continua; necesidad excesiva de orinar, pérdida de peso sin
motivo, respiración rápida y profunda, cambios en la visión, somnolencia
o agotamiento excesivo, Estos síntomas pueden aparecer de manera
repentina.
Las personas con diabetes tipo 2 pueden tener síntomas parecidos, pero
menos obvios. Muchas de ellas no presentan síntomas y sólo se les
diagnostica después de varios años del inicio de la enfermedad.
En muchos países, la diabetes consume entre el 5% y el 10% del
presupuesto destinado a la salud, y más del 50% de este coste es debido a
las complicaciones de la diabetes.
La diabetes es una de las mayores amenazas para la salud pública a
nivel mundial y rápidamente se está agravando, teniendo su mayor impacto
en los adultos en edad productiva de los países en vías de desarrollo.
A nivel mundial, cada año 3.2 millones de muertes son atribuidas a la diabetes.
Una de cada 20 muertes se atribuye a la diabetes; 8,700 muertes cada día; seis muertes cada minuto.
Por lo menos una de cada diez muertes en adultos de 35 a 64 años de edad, es atribuida a la diabetes.
Tres cuartas partes de las muertes en las personas menores de 35 años de edad con diabetes son debidas a esta condición.
Por lo menos 171 millones de personas en el mundo tienen diabetes. Es
probable que para el 2030 esta cantidad aumente a más del doble.
En los países en vías de desarrollo el número de personas con diabetes aumentará un 150% en los próximos 25 años.
El aumento mundial que ocurrirá de la diabetes será debido al
envejecimiento y crecimiento de la población, además de la tendencia en
el aumento de la obesidad, dietas no saludables y estilos de vida
sedentarios.
En los países desarrollados la mayoría de las personas con diabetes se
encuentran por encima de la edad de jubilación, mientras que en los
países en vías de desarrollo los afectados con más frecuencia son las
personas entre los 35 y los 64 años de edad.
La diabetes se ha convertido en una de las mayores causas de
enfermedad y muerte prematura en la mayoría de los países, esto debido
principalmente al aumento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares
(ECV). Las enfermedades cardiovasculares son responsables del 50% al 80%
de las muertes de personas con diabetes.
La diabetes es una de las principales causas de ceguera, amputación y
fallo renal. Estas complicaciones son responsables de la mayor parte del
problema social y financiero de la diabetes.
Aunque la diabetes es algunas veces considerada una condición de las
naciones desarrolladas, las pérdidas de vidas por muertes prematuras
entre la personas con diabetes, es mayor en los países en vías de
desarrollo.
Es bueno reconocer que con buen manejo y criterio los daños de la enfermedad se pueden prevenir o rechazar.
Las armas que se disponen pasan por:
1) Modificar el estilo de vida, promoviendo dietas saludables,
realizar actividad física, no aumentar de peso y decirle no al
tabaquismo.
2) Utilización de medicamentos para la diabetes, la hipertensión y el colesterol.
3) Sistemas de atención de la salud dirigidos a detectar los pacientes y principalmente prevenir las complicaciones.
4) Brindar a los pacientes y la comunidad el conocimiento para conocer la enfermedad y la complicaciones.
Lo alentador es que estas medidas en los pacientes individuales tiene
gran impacto y a diferencia de otras enfermedades las medidas de mejora
del estilo pueden superar al tratamiento con medicamentos.
La magnitud del problema requiere de grandes medidas poblacionales que
logren reducir los niveles de sobrepeso y obesidad, así como la
inactividad física.
Las decisiones políticas en transporte, diseño urbano, precio de los
alimentos y publicidad, que estén bien informadas, pueden jugar un papel
importante en disminuir el riesgo poblacional de desarrollar diabetes
tipo 2.
Con el propósito de prevenir o retrasar las complicaciones, la gente
con diabetes puede modificar sus estilos de vida. Con frecuencia las
personas con diabetes tipo 2 requieren de medicamentos orales, y en
algunas ocasiones de insulina para controlar sus niveles de glucosa
sanguínea. La gente con diabetes tipo 1 requiere de insulina para vivir.
La obesidad y la diabetes tipo 2 están asociadas, el 60% de la población mundial no practica suficiente actividad física.
La obesidad está aumentando rápidamente tanto en los países
desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. Esto refleja
una reducción en los niveles de actividad física y un aumento en el
consumo de dietas altas en azúcares y grasas.
Esta tendencia también es obvia entre la gente joven.
De acuerdo con el Grupo de Trabajo Internacional de Obesidad y del
Informe de Salud Mundial del 2002 de la OMS, cerca del 58% de la
diabetes mundial puede atribuirse al sobrepeso y obesidad crecientes que
presentan sobre todo los jóvenes.
La Organización Mundial de la Salud y organismos internacionales,
conscientes de esta epidemia mundial elaboran, desarrollan y controlan
programas a nivel mundial con sugerencias para los países para
concientizar y tratar adecuadamente este flagelo.
Una de las medidas de difusión tiene que ser con la instauración del
Día Mundial de la Diabetes que tiene lugar el 14 de noviembre de cada
año.
Autor: Eduardo Tasano Master en Gerenciamiento en Sistema y Servicios de Salud
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