OPINIONES – Dr. Eduardo Tassano

viernes, 11 de julio de 2014

Actividad física en niños




Los chicos que practican deporte logran un desarrollo físico y mental superior, gozan de mejor salud y se relacionan de manera más independiente con sus pares. Son más sanos, más felices y tienen mejor rendimiento académico.

Durante los últimos años estamos asistiendo a un resurgir de las
relaciones entre la actividad física y la salud. En ello ha jugado un
papel fundamental el incremento de las enfermedades cardiovascu­
lares, el apoyo que ha recibido la medicina preventiva para reducir
los costos de la tradicional medicina curativa y la extensión de un
concepto más abierto y dinámico de la salud que se ha orientado a
la promoción de ambientes y estilos de vida saludables.

Hoy es indudable que para la salud pública, la inactividad aparece
como un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares
mucho más importante que otros factores. Los ejercicios aeróbicos
previenen enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, hi­
pertensión y cáncer, entre otras afecciones.

La promoción de la actividad física es fundamental, pues está
comprobado que ayuda a disminuir toda clase de patologías físicas
y mentales. A su vez, desde el punto de vista emocional, quienes
más deporte hacen, más quieren su cuerpo, tienen mejores relacio­
nes interpersonales y mejor rendimiento académico.

Pero mientras la importancia de la actividad física parece ser evi­
dente para los adultos, el papel de la misma en la infancia y la juven­
tud se apoya, fundamentalmente, en la hipótesis de que su partici­
pación en actividades físicas aumentará la probabilidad de seguir
participando en tales actividades cuando sean adultos.

Con el ejercicio los niños logran un desarrollo físico y mental supe­
rior, gozan de mejor salud y se relacionan de manera más indepen­
diente con sus pares.

Cuando los adultos pensamos en hacer deporte imaginamos un
gimnasio repleto de máquinas. Para los niños, hacer ejercicio signi­
fica jugar y estar físicamente activos. Ellos se entrenan jugando en
el recreo, al correr detrás de sus compañeros o al pasear en bicicle­
ta.

La práctica de una actividad física es tan necesaria en su vida co­
mo la alimentación o el sueño. Sin embargo, muchos padres se
plantean dudas sobre qué deporte inculcar a sus hijos o a qué edad
es adecuado comenzar la vida deportiva.

Es recomendable que los niños inicien actividad física lo antes po­
sible. No se trata de inscribirlos en una liga competitiva a los tres
años, pero sí inculcarles ejercicios lúdicos, entretenidos y variados.
Durante la niñez - partiendo a los dos años - es aconsejable que
ellos conozcan y practiquen diferentes deportes, para que puedan
elegir el que más les guste.

Los niños y jóvenes deben realizar 60 minutos o más de actividad
física todos los días. Las actividades deben ser variadas y adecua­
das a la edad y al desarrollo físico de cada uno. Los niños son acti­
vos por naturaleza, especialmente cuando participan en juegos es­
pontáneos (por ejemplo, en el recreo). Cualquier tipo de actividad
cuenta para completar los 60 minutos o más que se recomiendan.

La mayor parte de la actividad física debe ser aeróbica y de inten­
sidad moderada, por ejemplo, caminar, correr, saltar, jugar en el pa­
tio de juegos, practicar deportes de pelota y montar en bicicleta.

Los niños y adolescentes con discapacidades deben consultar con
su médico para saber qué tipo y qué cantidad de actividades físicas
pueden realizar sin peligro. Cuando sea posible, estos niños deben
seguir las recomendaciones contenidas en las pautas.

Pautas generales para actividad
física en niños y adolescentes:

-Por lo menos tres días a la semana se deben realizar actividades
aeróbicas intensas, como correr, dar saltos en tijera y nadar rápida­
mente.

-Por lo menos tres días a la semana se deben realizar actividades de
fortalecimiento muscular, como jugar en los aparatos de un parque
de recreo infantil, jugar al tira y afloja, hacer flexiones de brazos en
el suelo (lagartijas) y flexiones de brazos con barra.

-Por lo menos tres días a la semana se deben realizar actividades
para fortalecer los huesos, como saltar, brincar, dar saltos en tijera,
jugar voleibol y trabajar con bandas de resistencia.

Es notable que por edad y posibilidades la escuela a esta altura
cobra una importancia inusitada, principalmente en países donde la
escolaridad es obligatoria. La principal razón es que la escuela es el
único lugar donde todos los niños/as, independientemente de su
proeza atlética, tienen la oportunidad de participar en actividades fí­
sicas.

Es clave valorar el tiempo destinado en la currícula a las activida­
des físicas y los programas que se lleven adelante sean suficientes
para lograr los objetivos buscados.

Además debe plantearse un trabajo conjunto entre la familia y la
comunidad y buscar estrategias que involucren al profesorado y al
alumnado y a padres e hijos y compañeros. También deberían estar
coordinadas con otras estrategias de promoción a nivel nacional y
autonómico o local.

Con respecto al deporte, hay una pregunta típica: ¿Qué deporte
debe hacer mi hijo?

El niño debe practicar el deporte que le guste. No hay uno mejor
que otro. El indicado será sólo el que le agrade al involucrado; no al
papá, a la mamá, ni al profesor. Para eso es preciso que conozca
distintas disciplinas y que sienta el apoyo de su familia en su deci­
sión. La clave es que escoja un deporte al que los papás lo puedan
acompañar y que tenga las condiciones para practicarlo. En conclu­
sión, se trata de adaptar el ejercicio a la realidad de cada uno.

Sin embargo, no es bueno encasillar a los menores y empujarlos a
que entrenen una disciplina en particular, salvo que ellos quieran. El
secreto es motivarlos desde pequeños para que crezcan con el há­
bito de la actividad física y la vida saludable.

Ventajas de la actividad física en la infancia

Los niños que practican deporte, aprenden a seguir reglas, se
abren a sus pares y superan la timidez, frenan sus impulsos excesi­
vos, aumentan sus habilidades motoras, favorecen el crecimiento
de sus huesos y músculos, corrigen posibles defectos físicos, desa­
rrollan su placer por el movimiento y el ejercicio, estimulan la higie­
ne y la salud, y Mejoran su salud, ánimo y rendimiento escolar.

La actividad física hace que el cerebro libere endorfinas. Estas
sustancias químicas son muy similares a la morfina y provocan una
sensación de bienestar increíble. Se ha demostrado que los niños
que practican deporte son más sanos, felices y tienen mejor rendi­
miento académico.

Ellos aprenden a ser parte de un equipo, a responder a la presión y
motivarse a sí mismos. También desarrollan su capacidad para ha­
cer frente a la adversidad y recuperarse de la derrota, dos herra­
mientas esenciales para la vida.

Limitemos el tiempo dedicado a las computadoras y videojuegos a
no más de una o dos horas al día. Muchos estudios han demostrado
que los niños que dedican mucho tiempo a ver televisión, lo más
probable es que consuman alimentos como snacks, dulces, y gase­
osas que contribuyen al aumento de peso. Deje que su niño escoja
un deporte que encuentre agradable, y una vez que lo descubra,
aliéntelo para que sea una parte regular de su vida.

Dr. Eduardo Tassano
Máster en gerenciamiento en
Servicios y Sistemas de Salud

Especial para época

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