OPINIONES – Dr. Eduardo Tassano
jueves, 13 de junio de 2013
Accidentes de tránsito en los jóvenes
Resulta alarmante que más de la mitad de las muertes de adolescentes sean causadas por accidentes. Impacta comprobar que éstos provocan tantas secuelas o discapacidades a esa edad. Y deja un sabor amargo saber que la gran mayoría de estos siniestros podrían haberse evitado.
La adolescencia, es un periodo de búsqueda de la identidad, donde la mayoría de ellos sienten la necesidad de experimentar y probar distintas cosas. Muchos jóvenes empiezan a explorar nuevas experiencias, como el alcohol o las drogas, exponiéndose a situaciones más peligrosas.
El principal factor de riesgo de accidentes está dado por las características propias del adolescente. La impulsividad los lleva a actuar sin medir las consecuencias, tienen una baja percepción del riesgo, se sienten omnipotentes y creen que a ellos no les va a pasar nunca nada.
Jóvenes con una baja autoestima sienten la necesidad de ser los más "capaces" para validarse entre los amigos y se exponen a riesgos exagerados. También hay adictos a la adrenalina, que quieren experimentar los límites del peligro.
Los accidentes de tránsito aparecen como la primera causa mundial de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, según el Informe sobre la seguridad vial 2013 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe advierte que alrededor de 1,24 millones de personas mueren cada año por accidentes, y la mitad de los fallecidos son peatones, ciclistas y motociclistas.
A nivel general, los accidentes son la octava causa de muerte. Las tendencias actuales indican que si no se toman medidas urgentes se convertirán en 2030 en la quinta causa de muerte, según el informe. Este señala, que los países de ingresos medios sólo tienen la mitad de los vehículos existentes en el mundo y a pesar de eso sufren el 80 por ciento de las muertes por esta causa.
Medidas de prevención
Dos grandes hechos a controlar: la ingesta de alcohol y la conducta en la conducción de automóviles, como todo lo que significa saber decir que “no” frente al consumo de drogas, indiferentemente de si fuera la más débil o la más poderosa. La tarea de prevenir es compartida entre los adolescentes y sus padres quienes tienen que fomentar conductas protectoras en sus hijos.
Los papás tienen un rol muy importante: Deben conversar con los jóvenes, acerca de los riesgos de accidentes, especialmente al consumir alcohol. También deben ser ejemplos de conducta - especialmente al volante -, pues son el primer modelo de sus hijos.
Considerando que ya tiene permiso para conducir, antes de prestar el auto, los papás deben supervisar por un período de tiempo cómo manejan sus hijos, hasta que adquieran mayor experiencia y habilidad. En la medida que va mostrando responsabilidad, progresivamente se les pueden dar mayores permisos, como manejar de noche.
Es indispensable el uso permanente del cinturón de seguridad para el que maneja y los acompañantes, respetar los límites de velocidad y concentración (no se debe hablar por celular, comer, maquillarse, ni poner la música demasiado fuerte).
Es primordial el respeto por las normas del tránsito: El semáforo en rojo o el signo pare, siempre es detenerse y no, ver si viene algo para poder seguir.
Es importante designar anticipadamente a uno del grupo para que no ingiera alcohol y pueda manejar. Dejar claro que en caso de necesidad, es preferible que llamen a los padres para que los vayan a buscar o bien el uso de un taxi.
¿Qué hacer ante un caso de accidente de tránsito?
1) Rápidamente pedir ayuda a la gente que los rodea; llamar a un centro asistencial y agentes de tránsito o policía.
2) Mientras llega la ambulancia, dar atención inmediata a heridas que estén más comprometidas.
3) Uno de los mayores peligros de muerte en el sitio del accidente, y que puede solucionar una persona que no es experta, es la obstrucción de la vía aérea.
a) Sin movilizar mucho la cabeza - por el riesgo de lesión en la columna -, verificar que la persona respira.
b) Retirar cualquier objeto que esté obstruyendo el paso del aire, tirar la lengua hacia afuera y, si vomita, ponerlo de lado.
4) Comprimir algún punto sangrante, con un pañuelo o paño limpio.
5) Abrigar al herido, pues la hipotermia o baja de temperatura también produce complicaciones.
6) Los tiempos de llegada de la ambulancia son cada vez menores y es preferible esperarla para que el traslado del herido se haga en condiciones más seguras.
Conclusiones
Contamos con un conjunto cada vez mayor de datos científicos fiables, sobre las medidas que deben adoptarse para mejorar la seguridad vial.
En los últimos años, la atención y el apoyo prestados a la seguridad vial no han dejado de crecer a nivel internacional, y también se ha constatado en algunos países un aumento de la voluntad política, como de la intervención activa en esta esfera. No obstante, queda muchísimo por hacer. Las principales recomendaciones para los gobiernos son:
En la toma de decisiones sobre seguridad vial deben considerarse las necesidades de todos los usuarios de la vía pública, incluyendo las necesidades de los usuarios más vulnerables, motociclistas, peatones y niños.
Deben promulgarse leyes de amplio alcance, que brinden protección a todos los usuarios de la vía pública, estableciendo límites de velocidad y tasas máximas de alcoholemia apropiadas. También exigiendo la utilización de las oportunas medidas de protección, como la utilización del casco, del cinturón de seguridad o de dispositivos de retención para los niños.
Es preciso, mejorar y asegurar el cumplimiento de todas las leyes sobre seguridad vial. .
Es primordial fomentar una colaboración multisectorial entre los organismos competentes y asegurar que éstos cuenten con los recursos humanos y financieros necesarios para actuar con eficacia.
Deben mejorarse los sistemas de registro y uniformar los datos a guardar. Esto implica mejorar las definiciones, asegurar una gestión más coordinada de los datos entre los servicios de policía, de transporte y de salud y aumentar las capacidades humanas para la recopilación de datos.
La experiencia de países desarrollados ha demostrado que se logra eficiencia en este tema cuando se realiza un trabajo multisectorial, con objetivos claros, considerando a la seguridad vial como una política de Estado, que va a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Una vez más podemos afirmar, que no existen las soluciones aisladas ni mágicas.
Autor: Eduardo Tassano Máster en gerenciamiento en servicios y sistemas de salud Especial para época
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