En la sociedad
moderna, en el mundo, creció enormemente
el consumo de alcohol en jóvenes, de tal manera que hoy constituye un problema
serio no totalmente asumido.
Cuando se analizan
las causas de morbimortalidad en jóvenes se desprenden claramente dos hechos.
Los accidentes de tránsito y el consumo de drogas. Cuando hablamos de drogas
siempre pensamos en las llamadas drogas ilícitas, o de venta ilegal como la
marihuana, la cocaína o la heroína.
Sin embargo las dos drogas que más daño lehacen a los
jóvenes son dos drogas de venta legal como el tabaco y el alcohol.
El alcohol es por un gran margen la droga psicotrópica más
utilizada en el mundo. Cuatro de cinco hombres y mujeres mayores de doce años
de edad lo han probado, lo que constituye 2,5 veces la cantidad que ha
experimentado con marihuana.
El alcohol contribuye con dos de cinco muertes en accidentes de
tránsito. Proporciones similares de ahogamientos, caídas fatales, muertes
relacionadas con incendios y muertes industriales también se pueden relacionar
con el abuso de alcohol. El costo financiero para la sociedad por abuso de
alcohol es grandísimo. Difícil de calcular pero tener en cuenta que incluye tratamiento médico, terapia de rehabilitación,
pérdida de ganancias, accidentes automovilísticos etc.
Muchas veces los
adolescentes se comparan con los padres y dicen “si tú tomas cerveza porque yo
no puedo”. Además, dicen“no es como inyectarse heroína o aspirar marihuana”.
La contradicción y
lo difícil está en que el alcohol no es una droga prohibida. Por lo que es
difícil contestar a los jóvenes. Lo que se debe convenir con los jóvenes es que
pueden tomar desde los 21 años cuando son responsables. Además esa es la edad
de prohibición del alcohol. Y además
decir “las drogas ilícitas no podrás ingerir nunca”.
En los jóvenes el
consumo de alcohol excesivo hasta intoxicarse está asociado principalmente a
los accidentes de tránsito. En la Argentina más de la mitad de los accidentes
de tránsito cursan con niveles de alcoholemia alta. Además se detectan niveles
de alcohol en casi la mitad de las
agresiones sexuales que involucran adolescentes y estudiantes universitarios,
incluyendo violaciones en las salidas. Un atemorizante y alto porcentaje de
adolescentes, uno de cada seis, admiten haber experimentado desmayos provocados
por el alcohol y no pueden recordar los eventos de la noche anterior.
Los adolescentes sexualmente activos que beben demasiado
también están menos propensos a protegerse contra embarazos y enfermedades de
transmisión sexual, por la sencilla razón de que están demasiado atontados para
tomar las precauciones necesarias antes de tener contacto sexual. El hecho de
que beber en exceso debilita el sistema inmunológico se suma al riesgo de contraer
enfermedades de transmisión sexual.
El 80% de los adolescentes dicen que
sus padres son la mayor influencia en su decisión de beber. De ahí que los padres son la fuerza más poderosa
para proteger a los hijos del abuso de alcohol. Hay que hablar con ellos, saber
que hacen donde están, con quien. Esto es lo más fuerte contra las tendencias
actuales de comportamiento que dominan todo.
No nos olvidemos de
los niños. Los niños comienzan a pensar positivamente sobre el alcohol
alrededor de 9-13 años de edad, por lo que se recomienda empezar a hablar con ellos
sobre el alcohol alrededor de 9 años de
edad.
Hay datos que
fehacientemente demuestran que cuanto antes empiezan a beber alcohol los niños
o jóvenes más probabilidades de ser alcohólico existen. Los que empiezan a los 15 años tienen 6 veces más posibilidades
de tener dependencia al alcohol que si empiezan luego de los 21 años.
Sin dudas que las
nuevas costumbres no ayudan para nada. El hecho de que “si no se toma no hay
diversión “es un hecho tan arraigado en los jóvenes que a veces parece una utopía
discutir lo contrario. Además beber sin
dudas es una moda. La instalación de “la previa” que es la reunión en casas
particulares de los grupos que empiezan a consumir antes de ir a bailar a los
“boliches”. Eso provoca que los jóvenes lleven muchas horas de consumo, y que
prácticamente salgan a la calle alcoholizados. El tercer hecho es la
incorporación de las mujeres a los grupos de consumo. Las imágenes actuales de
niñas o jóvenes alcoholizadas no era en hecho común años atrás.
Es sabido que las
mujeres tienen menos resistencia al alcohol y son más proclives a
embriagarse con pocas cantidades de
alcohol.
Además del rol
preponderante de los padres, se pueden analizar acciones a nivel sociedad que
se pueden tener en cuenta.
Es preciso tener programas de educación, que enfaticen sobre
los efectos positivos del no consumo. Esto sería mejor que hablar sobre los
efectos negativos del consumo. Lo otro es desmitificar sobre algunas creencias
erróneas del alcohol. Creencias como “aumento de la potencia sexual, modo de
combatir el frío, o como utilidad terapéutica”, transmitidas de generación en
generación.
Desarrollar programas de preadolescencia para concientizar
especialmente e aeste grupo etareo. Es preciso retrasar la edad del inicio del
consumo.
A nivel de la industria considerar hacer más baratas las bebidas no alcohólicas, ya que
actualmente es más barato consumir una bebida alcohólica que un refresco, así
como potenciar bebidas exóticas con menor o nulo contenido alcohólico pero
"que entren por los ojos" a los jóvenes.
Por último, estimular el debate entre las diversas fuerzas
políticas para la creación de diversos programas juveniles de control y
prevención de las adicciones.
Sin dudas lo
primero es asumir el problema en toda su magnitud. Evitar las soluciones
mágicas o rápidas. El rol de los padres y la familia es fundamental tanto en los
conceptos que se enseñan como en los ejemplos que se dan. Y sin dudas el estado
debe realizar decididas acciones par a combatir este flagelo que tanto daño
hace a nuestra juventud y a nuestra sociedad.
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