La definición es muy sencilla: significa que el cuerpo no tiene
tanta agua y líquidos como debiera.
La deshidratación puede ser leve, moderada o grave dependiendo de la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto. Cuando es grave, la deshidratación es una emergencia potencialmente mortal.
Puede ser causada por la pérdida excesiva de líquidos, por no ingerir suficiente agua o líquidos o por ambas: entre los ejemplos de pérdidas importantes tenemos: sudoración excesiva (por ejemplo, a causa del ejercicio físico), gasto urinario excesivo, como por ejemplo, en la diabetes no controlada o con el uso de diuréticos, por fiebre, vómitos o diarrea.
Las causas de ingestión no suficiente de líquidos pueden ser: pérdida del apetito debido a una enfermedad, náuseas, Irritación de la garganta o úlceras bucales.
Los bebés y los niños tienen más probabilidades de deshidratarse que los adultos, ya que su peso es menor y sus cuerpos asimilan el agua y los electrolitos con más rapidez. Los ancianos y los enfermos también están en un alto riesgo.
La deshidratación en niños enfermos es a menudo una combinación tanto de la renuencia a comer o beber cualquier cosa como de la pérdida de líquidos a causa de vómitos, diarrea o fiebre. De hecho en niños y jóvenes las causas más frecuentes de deshidratación están relacionadas con procesos de infección intestinales.
Ante estas situaciones es conveniente la consulta precoz para evitar que la deshidratación avance.
Los síntomas de la deshidratación pueden ser, desde sentir sed, sequedad de mucosas, sentir mareos, que se detecte disminución de la presión arterial, desasosiego, inclusive en casos avanzados hasta shock.
En climas cálidos como el nuestro es aconsejable llevar ropas livianas, buscar que no haya mucho tiempo de exposición a los rayos solares, y no permanecer en lugares cerrados con temperaturas elevadas.
En Corrientes es esencial, con el clima que tenemos, ingerir amplias cantidades de líquidos, especialmente agua, incluso cuando se esté bien de salud, se debe tomar mucho líquido todos los días y más cuando se esté haciendo ejercicio físico.
Consejos para prevenir la deshidratación
* Beber al menos 2,5 litros de líquidos diarios. Aumentar estas cantidades, complementándolas con una mayor ingesta de líquidos si se realiza actividades y esfuerzos físicos notables.
* No exponerse al sol innecesariamente, ni realizar ejercicio físico en las horas centrales del día. Atención a la reposición de líquidos tras la práctica de deportes o intensa actividad; la desaparición de la sed no significa que se haya logrado el nivel óptimo de hidratación.
* Llevar ropa fresca y poco ajustada para una menor sudoración.
* No incorporar el consumo de bebidas alcohólicas para la recuperación. Los niños son muy vulnerables a la acción del calor
hay que aconsejarles beber agua, zumos y bebidas en abundancia.
Las personas mayores también constituyen un grupo especialmente sensible a los
efectos del calor. Controle que repongan frecuentemente líquidos. Con la edad
pueden perder el mecanismo de la detección e identificación de la sed y,
además, la toma de medicamentos hace muy recomendable vigilar una correcta
hidratación.
* Siempre anime al enfermo a consumir líquidos y no olvide que las necesidades de líquidos son mayores cuando la persona tiene fiebre, vómitos o diarrea. Los signos más fáciles de vigilar son el gasto urinario (debe haber pañales húmedos o idas al baño frecuentes), saliva en la boca y lágrimas.
Tratamiento
Tomar líquidos generalmente es suficiente en casos de una deshidratación leve. Es mejor tomar pequeñas cantidades de líquido frecuentemente (utilizando una cuchara o una jeringa en los bebés y en los niños), en vez de tratar de forzar una gran cantidad de líquido de una sola vez. En casos de problemas digestivos, la ingesta de grandes cantidades de líquido de una sola vez puede producir más vómitos.
Las soluciones de electrolitos son muy efectivas y están disponibles en las farmacias. Las bebidas para deportistas contienen mucho azúcar y pueden causar o empeorar la diarrea. Igualmente, evite el uso del agua como primer recurso de reemplazo de líquidos en bebés y niños.
En los casos de deshidratación moderada a grave, puede ser necesaria la hospitalización del paciente y la administración de líquidos intravenosos. El médico intentará determinar y luego tratar la causa de la deshidratación.
Importancia de la hidratación al hacer ejercicio.
Algunas funciones del agua cuando se hace ejercicio es regular la temperatura corporal (por medio de la sudoración), lubricar las articulaciones y ayudar a transportar los nutrientes necesarios para obtener energía y mantener la salud. Si usted no está adecuadamente hidratado, su cuerpo no podrá funcionar a su máximo nivel de capacidad, causando fatiga, calambres musculares, mareos y hasta un inadecuado funcionamiento del cerebro.
Durante el ejercicio la importancia de la hidratación se basa en contrarrestar la pérdida de agua corporal que se da por el sudor. Además de la pérdida de agua, muchos nutrientes, como el sodio, se pierden por el sudor y por ello es necesaria la reposición de los mismos para un adecuado funcionamiento del cuerpo.
¿Cuándo debo tomar bebidas hidratantes?
Las bebidas hidratantes se recomiendan cuando se realiza ejercicio físico de alta intensidad y de larga duración (más de una hora y media). Las bebidas hidratantes son beneficiosas para aquellas personas que realizan actividad física de forma intensa y de larga duración. Sin embargo, si no son utilizadas adecuadamente pueden provocar riesgos en la salud.
Una bebida hidratante es una mezcla de agua y sales minerales (sodio, potasio, magnesio y cloro). La función principal de las bebidas hidratantes o deportivas es reponer las pérdidas de líquido y electrolitos o sales minerales que ocurren como consecuencia de la sudoración, provocada por hacer ejercicio físico de alta intensidad y larga duración. Algunas bebidas hidratantes también pueden contener carbohidratos, los cuales proporcionan energía.
El clima es otro factor que debe de tomarse en consideración ya que un ambiente caliente fomenta aún más la sudoración y con esto una mayor pérdida de líquidos, electrolitos y glucosa que deben ser reemplazados. La reposición de los mismos mejora el rendimiento, retrasa la fatiga y acelera la recuperación.
¿Cómo elegir el tipo de bebida al hacer ejercicio?
1) Ejercicio leve, moderado o intenso, 60 minutos o menos de duración: Agua o bebidas sin azúcar: Junto con una dieta equilibrada, son la mejor opción para estar bien hidratado si no se realiza gran desgaste físico. Para reponer líquidos y electrolitos perdidos durante la sudoración. Sin aporte de carbohidratos como fuente de energía.
2) Ejercicio intenso entre 60 y 90 minutos. . Bebida hidratante sin azúcar. Para reponer líquidos y electrolitos perdidos durante la sudoración. Sin aporte de carbohidratos como fuente de energía.
3) Ejercicio intenso de más de 90 minutos. Bebida hidratante con azúcar. Con aporte de carbohidratos como fuente de energía.
Con respecto a las bebidas energizantes, dan cierta sensación de fuerza y vitalidad, pero no son adecuadas para recuperar líquidos perdidos. Y en general no se recomiendan para hacer ejercicios.
Todos elementos a tener en cuenta para prevenir la deshidratación.
Autor: Eduardo Tassano
Máster en gerenciamiento en Sistemas y servicios de salud
Especial para época
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