Este virus
produce la llamada fiebre hemorrágica del Ébola, una enfermedad vírica
aguda grave, para la cual no existe una cura efectiva ni tratamiento eficaz.
Destacado:
Se trata del brote más complejo y más severo en cuatro
décadas de existencia de esta enfermedad. Aún no existe una cura efectiva
aprobada por autoridades sanitarias.
El brote del
virus del ébola en la zona occidental de
África fue declarado por la
OMS (Organización Mundial de la Salud) emergencia pública
sanitaria mundial. Hoy es noticia en todo el mundo y es necesario puntualizar
algunos aspectos.
Se le dio nivel 3 de alerta, que en la OMS es muy alto.
Es comparable al brote de gripe A H1N1 en 2009. Siendo el brote más
complejo y más severo en cuatro décadas de existencia de esta enfermedad.
El brote de ébola que surgió en 2013 en África
occidental sigue propagándose por Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria y
está fuera de control según Médicos Sin Fronteras (MSF), uno de los organismos
internacionales que se encarga de su contención sobre el terreno. Se han
registrado al menos 1.013 muertes y 1.848 casos en más de 60 lugares distintos,
muchos de ellos de difícil acceso.
El brote del virus del ébola, enfermedad para la que
aún no existe una cura efectiva aprobada por autoridades sanitarias, comenzó en
marzo en África Occidental y rápidamente se expandió a los cuatro países
antedichos. La epidemia causó gran
alarma en todo el mundo y la OMS
aprobó el uso de tratamientos experimentales contra la enfermedad. Por ahora en
la Argentina
no se detectaron casos del virus.
El único atenuante que el ébola tiene para ofrecer
frente a la gripe pandémica es la cadena de contagio: no tiene transmisión
aérea como el virus de la gripe.
El origen del brote es desconocido, como ha ocurrido
en todos los casos anteriores, pero se sabe que el virus ébola está relacionado
con el contacto con animales infectados, muertos o vivos.
Toda epidemia que se desata fuertemente tiene un costado humano detrás, y el ébola no escapa a
la regla. El brote también tiene que ver con cuestiones culturales de la propia
África profunda.
Allí donde aún los muertos se siguen velando según los
ritos del Islam de la mayoría y aunque cada vez más mezclados con los
cristianos fruto de las corrientes migratorias, se siguen lavando los muertos
con las manos y se los vela por días y días en las casas. Todo esto atenta
contra las medidas sanitarias necesarias para que se pueda controlar la
enfermedad.
Entre los problemas que se plantean para controlar
estos brotes están el contacto tan íntimo que hay entre las personas y los
animales en estas regiones, la desconfianza de las personas hacia el personal
sanitario y el desconocimiento del modo de transmisión del virus y la forma de
evitar contagiarse.
Este virus produce la llamada fiebre hemorrágica del
ébola, una enfermedad vírica aguda grave que se caracteriza por la aparición
súbita de fiebre, debilidad intensa y dolor de músculos, cabeza y garganta,
asociada a vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática
y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.
El período de incubación (intervalo desde la infección
hasta la aparición de los síntomas) varía de 2 a 21 días.
El contagio está relacionado con el contacto directo con sangre y
secreciones de animales o pacientes, sean estos vivos o fallecidos. La cadena
de transmisión del virus es de los animales a las personas, y de las personas a
las personas; y el contagio se produce por contacto directo con los fluidos del
paciente. A través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de
la piel con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de
personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por
dichos líquidos. No está demostrada la transmisión aérea.
Es sabido que las enfermedades virales no cuentan con
“antibióticos” que puedan curar esta enfermedad. Los antivirales en general son
de más dudosa efectividad. Por ello, la OMS está permitiendo
tratamientos que están en fase experimental.
Otro atenuante que podría ser efectivo son las vacunas. Muchos virus
carecen de vacuna. En este caso se dan varias circunstancias que dificultan la
investigación. Por una parte, la experimentación con animales es muy arriesgada
y debería llevarse a cabo en laboratorios de máximo nivel de bioseguridad. Por
otro lado, la agresividad del virus y las circunstancias socioeconómicas de los
países afectados dificultan el seguimiento del bajo número de sobrevivientes.
El diagnostico se realiza por pruebas de laboratorio.
El tratamiento inicial pasa por rehidratación,
oral o por vía endovenosa que contengan agua y sales.
Dada la amplitud del brote, se recomienda no viajar a
Liberia, Sierra Leona ni Guinea salvo que se trate de un viaje esencial.
¿Qué medidas se toman para evitar que le infección se
expanda?
El viernes 8 de agosto, la Organización Mundial
de la Salud
(OMS) decretó el estado de emergencia sanitaria internacional. Recomendó
realizar restricciones de viajes de personas susceptibles de estar contaminadas
e incluir análisis de sangre.
El día 11 de agosto, el organismo de Naciones Unidas
dio el visto bueno para utilizar medicamentos experimentales en el brote. El
anuncio se produjo después de que una comisión de 12 expertos considerase
“ético” usarlos aunque no se conozcan los posibles efectos secundarios o la
efectividad, dada la gravedad de la situación.
Una de las principales preocupaciones de la OMS es evitar que la infección
llegue y se expanda por una gran ciudad. Por ello, la prevención se centra en
controlar al personal médico y en interrumpir la circulación de personas en las
zonas afectadas. Los países afectados están controlando el tráfico de pasajeros
en los aeropuertos, han cerrado algunos pasos fronterizos, han dado vacaciones
a los funcionarios no esenciales, han puesto en cuarentena las zonas afectadas
e incluso algunos han movilizado al ejército para ayudar en las medidas de
contención. El objetivo es restringir el traslado de personas para frenar la
expansión.
Desde la
OMS, se está regularizando el modo de enterrar a los
fallecidos, se están construyendo nuevas instalaciones para acoger a los
afectados y analizar las muestras, se está trabajando en concientizar a la
población acerca de los riesgos, se está centralizando la respuesta a nivel
regional y se está reforzando la protección del personal sanitario.
¿Puede llegar el virus a la Argentina?
Si bien el movimiento de personas entre Argentina y
los países donde se ha documentado la transmisión de la enfermedad no es
frecuente, la potencial vía de introducción del virus del ébola en el territorio argentino es el ingreso de
viajeros afectados desde zonas con transmisión activa, aunque el país no
dispone de vuelos directos con los países donde se registra el brote. Se debe, sin embargo, tener en cuenta los
aeropuertos de países que tienen conexión con Argentina, particularmente los
europeos y sudafricanos, por tener un transporte aéreo fluido con nuestro país.
Aunque existan pocas posibilidades de que el
ébola llegue a nuestro país,
debemos estar alertas
Eduardo Tassano
Máster en gerenciamiento en
sistemas y servicios de salud
Especial para época
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