A finales de los 60 y los 70, Finlandia tenía la incidencia de muerte por enfermedad cardiovascular más alta del mundo, esto fue atribuido a la alta incidencia de tabaquismo, dietas ricas en grasas, con pocas cantidades de vegetales en la dieta, y los valores elevados de tensión arterial de los pobladores.
Entre los hombres de Karelia del Norte, el consumo de tabaco se redujo considerablemente y los hábitos alimenticios han cambiado notablemente. En 1972, un poco más de la mitad de los hombres de mediana edad en Karelia del Norte fumaban. En 1997, el porcentaje había caído a menos de un tercio.
A principios de los años 70, el uso de vegetales y aceite de vegetales era muy raro. En 1972, aproximadamente 9 de cada 10 habitantes usaban mantequilla en el pan, hoy sólo uno de cada diez, los cambios en la dieta han conducido a aproximadamente un 17% de reducción en el nivel de colesterol de la población y la presión arterial elevada ha disminuido y el tiempo de actividad física ha ido aumentado
En respuesta a esta situación el gobierno de Finlandia decidió realizar un programa que significó la mayor intervención estatal sobre una comunidad para lograr mejores índices de salud, enfocada sobre la prevención de enfermedades cardiovasculares.
La intervención incluyó ciudadanos, consumidores locales, escuelas, servicios sociales y de salud, que concientizaban sobre los factores de riesgo de la enfermedad y enfatizaban en conceptos sobre estilo de vida.
La iniciativa comenzó en la región de Karelia del Norte, el área del país con más bajo estatus socioeconómico y a su vez con la mayor incidencia de la enfermedad cuando el proyecto creció se fue extendiendo a todo el país.
La intervención consistió en promover lucha anti tabáquica con advertencias y legislación adecuada, introducción de productos de bajas calorías, uso de aceites vegetales, incentivos para los pobladores que más disminuían el colesterol y control de los niveles de tensión arterial.
Las tareas empezaban con una intensa campaña de promoción de la salud. El Dr. Pekka Puska, director del proyecto, personalmente entregaba folletos en la puerta de los supermercados de pie durante horas donde explicaban los beneficios de comer mejor, fumar menos y hacer más ejercicio. No fue una tarea fácil.
Recordemos que en esa época muchos hábitos alimenticios finlandeses incluían mantequilla, queso y la leche entera, alimentos que se consideraban saludables, especialmente para los niños. Además, Finlandia era principal productor de mantequilla y la leche siendo ambas producciones subvencionadas por el Gobierno.
Estos y otros factores llevaron a Karelia del Norte a tener una tasa de enfermedad cardiaca el doble del resto del país, así el enfoque de la enfermedad cardiaca pasó a ser comunitario. De esa manera se cambiaba el enfoque de que por un problema de salud iba al médico y se trataba.
El nuevo enfoque hacía que los ciudadanos colaboren en el cuidado de su propia salud, fue el primer desafío era modificar la dieta local. Imaginemos que la comida típica Karelia del Norte consistía en productos lácteos altos en grasas y embutidos.
Cualquier cosa verde era considerada como “Alimentos para animales”. En la mayoría de los casos se necesitaron muchas visitas a la gente para persuadir, otro hecho usado mediáticamente fue que el doctor Puska apareció en un programa de televisión donde una vez por semana se hacían análisis de sangre para colesterol y controles de la presión en diez pacientes por vez y luego exhortarlos a cambiar sus hábitos.
La serie de televisión, que se desarrolló de forma permanente durante 15 años, se convirtió en una obsesión para algunos finlandeses. A través de los años, el ámbito de aplicación del proyecto se ha ampliado para promover la prevención integrada de las principales enfermedades no transmisibles (cáncer, diabetes, etc.), así como la promoción de la salud en general, y la prevención de riesgos relacionados con estilos de vida en la infancia y la juventud.
Sin dudas que esta iniciativa constituyó un claro ejemplo de cómo se debe utilizar el marketing social para convencer a una población de un real problema y solucionarlo, significó por parte del estado finlandés una toma de decisión importante constituyendo una real política de estado que perdura hasta el presente.
Sin dudas es relevante el rol que jugó y juega la OMS (Organización Mundial de la Salud) proveyendo información científica, y equipos técnicos que directamente se involucraron en esta campaña de marketing social la TV nacional, los diarios locales, los servicios de salud y organizaciones líderes de la comunidad fueron los principales contribuyentes de la misma.
Es de destacar el programa de TV “pare de fumar” que alcanzó altos niveles de notoriedad, en el que los participantes contaban sus experiencias y se convertían en reales estrellas de la televisión y se erigían en ejemplos a seguir.
Se identificaron a los tres principales enemigos: los altos niveles de colesterol, los altos índices de tabaquismo y los altos niveles de tensión arterial. Y sobre ellos se concentró la concientización. Sobre estos tres ítems se difundieron pautas saludables de comportamiento.
Se focalizó la campaña en los ciudadanos de 35 a 74 años, realizándose registros individuales de cada uno para seguimiento, se dieron facilidades a los ciudadanos para acceder fácilmente a los servicios de salud. El trabajo se potenció con líderes comunitarios, personal de salud, maestros de escuela y personas que espontáneamente se constituyeron en difusores del programa.
Como conclusión del resultado final al analizar los índices de mortalidad, el beneficio se extendió a otras enfermedades crónicas como el cáncer. Si analizamos los datos en el periodo 1970 a 1995, la mortalidad global disminuyó un 49%, la mortalidad por enfermedad cardiaca bajó un 73%, la mortalidad global por cáncer un 44% y la mortalidad específica del cáncer de pulmón un 71% (¿Efecto tabaco?).
Para el año 2006 la tasa anual de mortalidad de la enfermedad coronaria en Karelia del Norte, en la población en edad de trabajar había caído un 85%, en comparación con la tasa antes del Proyecto. Los resultados y experiencias del Proyecto Karelia del Norte muestran que una intervención decidida y bien concebida puede tener un gran impacto en los estilos de vida relacionados con la salud y sobre los niveles de factores de riesgo de la población y que esta evolución, de hecho, conduce a reducir las tasas de enfermedades crónicas.
En nuestro país existen programas direccionados hacia control de las enfermedades crónicas, pero resta mucho por hacer; sin dudas esto deberá constituir una política de estado con el objetivo de mejorar la salud de los argentinos.
Autor: Eduardo Tassano - Máster en gerenciamiento en sistemas y servicios de salud
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